El Senado de Estados Unidos no logró evitar el sábado por la mañana una interrupción de programas clave de vigilancia, al bloquear una ley aprobada por la Cámara de Representantes y varias extensiones de corto plazo para la ley antiterrorista Patriot Act.
El principal punto de fricción era una cláusula aprobada por la Cámara de Representantes para poner fin a la recogida masiva de registros telefónicos en el país que realiza la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés). Según el texto, esos registros se quedarían en poder de las empresas de telefonía, sujetos a su revisión con una estrategia caso por caso.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky, se mostró a favor de mantener el programa, mientras Rand Paul, también de Kentucky y aspirante a la candidatura presidencial republicana, bloqueó cualquier extensión por breve que fuera más allá de su fecha de caducidad el 31 de mayo.
“Mi filibusterismo sigue poniendo fin al espionaje final de la NSA”, tuiteó el aspirante republicano a la presidencia.
Por último, McConnell anunció el sábado de madrugada que el Senado comenzará su receso de una semana por el feriado del Memorial Day y regresará el 31 de mayo de 2015, apenas unas horas antes de que expiren los programas.
La Casa Blanca ha presionado al Senado para que respalde el texto de la Cámara de Representantes, que recibió un abrumador apoyo bipartisano la semana pasada de líderes republicanos, demócratas y parlamentarios de tendencia libertaria.
Pero el Senado frenó la ley en una votación de 57-42, sin alcanzar los 60 votos necesarios para que siga adelante.
A continuación, la cámara rechazó una extensión de dos meses a los programas actuales, por 54 votos a favor y 45 en contra, de nuevo por debajo del umbral de 60 votos.
McConnell siguió proponiendo extensiones aún menores para la ley actual se renovase, reduciendo el límite del 8 de junio al 2 de junio. Pero los detractores de esta ley posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001 rechazaron todas sus propuestas.
Lo que apruebe el Senado debe estar sancionado por la Cámara de Representantes, que se ha quedado vacía para el receso del Memorial Day.
Las autoridades dicen que si el Senado no acepta la propuesta del Senado, perderán valiosas herramientas de vigilancia. Pero republicanos destacados como McConnell se oponen a esa estrategia.
A corto plazo, el Departamento de Justicia ha dicho que la NSA empezaría esta semana a reducir su recogida de registros de llamadas telefónicas en Estados Unidos si el Senado no tomaba una medida, porque detener la recogida de datos lleva tiempo.