Alrededor de 400 políticos y líderes tribales yemeníes comenzaron el domingo conversaciones en Arabia Saudita sobre el futuro de su país devastado por la guerra, pero los rebeldes chiíes hutíes -que controlan la capital y gran parte del norte de Yemen- no participaron.
La reunión se realizaba mientras estaba por expirar un alto el fuego de cinco días, que se ha violado en varias ocasiones. La coalición liderada por Arabia Saudí y los rebeldes se han culpado mutuamente por las violaciones.
Los hutíes rechazan el objetivo principal de las conversaciones de tres días -la restauración del presidente exiliado de Yemen- y el hecho de que las negociaciones se realicen en Arabia Saudí. La ausencia de los hutíes hace muy probable que el diálogo nacional haga poco por poner fin a la violencia.
El enviado de la ONU a Yemen, Ismail Ould Cheikh Ahmed, inauguró la reunión pidiendo a todas las partes que se aseguren que el inestable alto el fuego conduzca a una tregua duradera.
Desde finales de marzo, Arabia Saudí ha liderado ataques aéreos contra los hutíes y sus aliados, unidades militares leales al ex presidente Alí Abdulá Salé. La campaña aérea busca debilitar a los hutíes y la restauración en el poder del presidente reconocido internacionalmente Abed Rabbo Mansour Hadi, quien huyó del país en marzo mientras avanzaban los rebeldes.