Dentro del combate al crimen organizado la detención de altos mandos policiales o militares, debe ser parte de lo que las instituciones constantemente deben estar purgando sus fuerzas activas y presentar ante la justicia a los elementos que hayan incurrido en faltas graves.
El ejemplo de la detención de diversos mandos militares (como son los Generales Tomás Ángeles Dauahare; Ricardo Escorcia Vargas, Roberto Dawe González y Rubén Pérez Ramírez) deja en claro que las fuerzas armadas pueden estar infiltradas por el crimen organizado desde hace años o quizá en esta misma administración que fue cuando se les puso en el combate en las calles del crimen organizado.
De esta manera los generales Tomás Ángeles Dauahare; Ricardo Escorcia Vargas, Roberto Dawe González y Rubén Pérez Ramírez quedan detenidos por la PGR ya que de acuerdo a las investigaciones, están relacionados con los operadores Édgar Valdés Villareal conocido como La Barbie, y Gerardo Álvarez Vázquez, El Indio, y otros dos narcotraficantes.
Usted diga, ¿bien? ¿mal? ¿cierto? ¿falso? ¿perdimos a las fuerzas armadas en este afán de tenerlos en las calles?
El tema está en la mesa.