Los programas sociales del Gobierno del Distrito Federal han crecido en la última década tanto en beneficiarios como en sus demandas, pero sobre todo, en la dependencia de miles de capitalinos para sobrevivir.
Autoridades del DF comentan que programas como el Seguro de Desempleo, la Pensión Alimenticia a los Adultos Mayores, el apoyo a Madres Solteras y a personas con discapacidad, entre otros, son respuesta a la polÃtica neoliberal del gobierno federal y estrategias de una administración â??de izquierdaâ?.
Rodolfo de la O, consejero técnico de la Facultad de EconomÃa de la UNAM, opina que son medidas populistas y electoreras y no resuelven el problema de la pobreza en la ciudad.
La â??ola blancaâ?
Esta estrategia del gobierno inició con la administración de Andrés Manuel López Obrador, cuando el Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya tenÃa tres años de gobernar la ciudad.
La Pensión Alimentaria Universal para Adultos Mayores de 70 años fue una de las cartas fuertes en su campaña y comenzó a aplicarse en marzo del 2001 con 668 pesos mensuales.
Desde entonces, â??la ola blancaâ? incrementó su presencia en los actos públicos del mandatario local y luego, en el plantón de Reforma por el desafuero en 2006. Para entonces, este programa ya era Ley pues fue aprobada en 2003. A partir de 2009 aplica desde los 68 años de edad y la cantidad que se deposita es de 822 pesos al mes.
Zenón Bautista es uno de los 431 mil beneficiarios de este programa. Tiene 79 años y vive en la delegación Magdalena Contreras con la familia de uno de sus sobrinos. Cada mes, cuando cae el depósito en su tarjeta, lo llevan al centro comercial donde escoge galletas, refrescos, gelatinas y artÃculos de higiene personal.
â??También me alcanza para mis medicinas para el dolor de mis huesos de las manos y los pies porque ya no puedo andarâ?, dice. Apenas sabe leer y escribir, pero en las boletas electorales del 2006 identificó bien la foto â??del que me da mi dineritoâ?.
En la actualidad, este programa tiene una cobertura de 96.7% de los adultos mayores de 70 años, estimados en el DF. El 3.3% restante no tiene la pensión porque no la ha solicitado, la rechazó o que por su alto nivel socioeconómico no lo requiere.
Justicia social
Para Laura Velázquez, secretaria de Desarrollo Económico (Sedeco) estos programas no surgen por una necesidad, sino por un asunto de justicia social que emana de un gobierno de izquierda y de una mentalidad de apoyo directo a la ciudadanÃa.
â??Lo digo como polÃtica: es una acción social correctamente aplicada y sólo con ojos de dirigentes y gobernantes que sà tienen la facultad de ver que hay gente que necesita de apoyos directosâ?, dice en entrevista.
â??La única manera en que se les puede apoyar es con un subsidio, un apoyo directo y lo puede dar el GDF sin necesidad de dejar a un lado obras y serviciosâ?, dice. Asegura que los programas sociales no son ni el 20% de los recursos del GDF y se aplican sin dañar el presupuesto de la ciudad. Incluso, sugiere crear uno que dé gratuidad en el transporte público a los estudiantes.
Suspiro al desempleo
Otro de los grandes programas sociales en los últimos diez años en la ciudad es el Seguro de Desempleo. Criticado por el gobierno federal y académicos desde su creación, el 15 de octubre de 2007, fue elevado a Ley un año después. A la fecha lleva más de 130 mil beneficiarios.
En septiembre de 2009 eran 54 mil y para 2010 la SecretarÃa de Trabajo y Fomento al Empleo (STyFE) espera mayor demanda, por lo que pidió a la Asamblea Legislativa un presupuesto inicial de 500 millones de pesos.
Su origen fue otorgar una protección básica a las y los trabajadores asalariados que perdieron su empleo a partir del 5 de diciembre del 2006, aunque luego se amplió hasta el 1 de enero de ese año. Mil 500 pesos se les depositaban al principio cada 30 dÃas hasta por seis meses y sólo puede repetirse la solicitud dos años después. Actualmente la ayuda es de poco más de mil 600 pesos mensuales.
Uno de los requisitos era comprobar que habÃan perdido su empleo y que contaban con seguridad social, lo que para muchos significó un obstáculo pues tenÃan empleos de confianza o sin ninguna prestación.
Durante ese tiempo, los beneficiarios quedaban comprometidos â??de buena feâ? a buscar un empleo formal. Muy pronto las autoridades tuvieron que poner candados y endurecer los requisitos porque encontraron abusos entre los beneficiarios.
Ha habido casos en los que trabajadores de la STyFE han tenido que ir a buscar a la gente a sus domicilios para que muestren el comprobante de que han ido a entrevistas laborales.
Las crÃticas arreciaban cuando los depósitos se retrasaban. Además, se detectó que el banco que llevaba las cuentas, se estaba cobrando â??sin previo avisoâ?? las deudas de los beneficiarios del dinero que le depositaba el gobierno local.
Capitalinos que han sido beneficiados con este programa comentan que si bien no les resuelve por completo su situación de desempleados, al menos les permite tener dinero para el transporte que utilizan en ir y venir a sus citas de trabajo.
Otros utilizan el recurso para comprar lo mÃnimo de la despensa y ayudar en los gastos de su casa pues muchos son solteros (40.2%) o casados (44.6%).
Niveles históricos
Benito Mirón, titular de la STyFE, considera que la demanda del Seguro de Desempleo puede aumentar el próximo año pues â??esto ya no es una crisis, es una estabilidad agravadaâ?.
Cifras oficiales indican que la tasa de desempleo en el DF en el tercer trimestre del año se ubicó en 8.67%. â??Es una cifra históricaâ?, califica y reitera que es aún más alta que la de la crisis de 1995, cuando fue de 8.60%. Según el funcionario estas cifras y sus consecuencias en cada uno de los hogares de la ciudad y del paÃs â??son producto del modelo económico neoliberal que además ya se agotóâ?.
Alerta que si no hay un cambio de rumbo, la generación de empleo podrÃa tener una recuperación â??muy por detrás de la económicaâ?. Por ello, reitera que seguirá pugnando con los diputados locales para que le aprueben el presupuesto que pidió para el Seguro de Desempleo.
â??Ciudad con equidadâ?
El lema del GDF es â??Ciudad con equidadâ?. Bajo esta frase, en los tres años que lleva la administración de Marcelo Ebrard, varios han sido los grupos vulnerables objetos de nuevos programas sociales. Poco más de 150 mil madres solteras de escasos recursos que ganan menos de dos salarios mÃnimos y tienen hijos menores de 15 años de edad, reciben por ley, una despensa al mes desde octubre del 2008.
En ese mismo año, también se inauguró el Programa de Apoyo Económico para Personas con Discapacidad que en julio estimaba beneficiar a 73 mil 668 personas â??casi la mitad del registro en la ciudadâ?? con alguna discapacidad, con un depósito bancario de 757.5 pesos al mes.
En febrero de 2009 se echó a andar el programa â??Ãngelâ? que consiste en la atención médica y entrega de medicamentos a domicilio, sin costo. También se anunció la habilitación de 230 módulos de atención médica gratuita en igual número de unidades territoriales de alta marginación. Busca atender a 2 millones 164 mil 941 personas.
Otro de los programas recientes de 2009 es el de los Comedores Comunitarios, con la instalación de 160 comedores operados por los propios capitalinos, donde se ofrece una comida por diez pesos. Pretende generar un ahorro en el consumo de alimentos de las familias que viven en colonias populares. Y se exenta del pago a personas en situación de calle o desempleadas