Los vinculos que se hacen en torno a la amistad y amor de un perro y su amo en ocasiones llega más alla de la muerte.
Hemos conocido varias historias donde conocemos que un perro, muere de tristeza al no volver a encontrar a su amo, o verlo muerto, o estarlo velando, etc.
Esta es una historia donde un perro, Jax, pasa velando las cenizas de su amo Abraham Martínez adoptó a Jax, que por desgracia falleciera este adolscente en un accidente automovilistico.
Desde ese momento, Jax el perro, no encuentra consuelo y se la pasa deambulando por el hogar como si buscará algo, pero al no encontrar lo que le hace falta regresa frente al pequeño altar donde estan las cenizas de su amo y se echa para pasar el tiempo dormido.
Jax casi no come, ni bebe agua, algo que preocupa a los padres de Abraham Martínez ya que no quisieran ver al perro de su hijo morir de tristeza.
Diferentes asociaciones de apoyo animal se encuentran conmovidos pero no logran decir que hacer ya que como Jax varios perros han sufrido y no se ha encontrado la manera de curar a un perro de una depresión como lo puede ser la perdida del ser querido.