El gobierno estadounidense aprobó el viernes un canje limitado de crudo con México, con lo que flexibilizó aún más una antigua prohibición en Estados Unidos a las exportaciones petroleras que los republicanos y los productores locales de hidrocarburos desean desaparezca.
La empresa estatal mexicana Petróleos Mexicanos (Pemex) pretende importar unos 100.000 barriles diarios de crudo ligero y propuso el año pasado un acuerdo para cambiar su crudo pesado por crudo estadounidense más ligero.
México, que durante décadas ha sido un importante productor petrolero, registra una considerable caída en su extracción desde hace varios años.
La aprobación de las solicitudes de licencia para el canje de cantidades similares de crudo entre Estados Unidos y México dependerá del Departamento de Comercio, dijo un funcionario de alto rango del gobierno de Barack Obama que solicitó el anonimato porque no está autorizado a hacer declaraciones a la prensa.
El funcionario no precisó si se autorizaría el canje de los 100.000 barriles solicitados por México.
Aunque el Departamento de Comercio rechazó simultáneamente otras solicitudes relacionadas con exportaciones de crudo que violan la prohibición, permitir el canje con México constituye un cambio importante y un nuevo indicio de que el gobierno de Obama podría estar dispuesto a flexibilizar el impedimento.
Los canjes de crudo son uno de un reducido número de exenciones permitidas dentro de la prohibición a las exportaciones que impulsó el Congreso.
El impedimento de las exportaciones data de la década de 1970, después de que un embargo petrolero de la OPEP propició racionamiento de combustibles, alzas de precios e imágenes emblemáticas de vehículos que hacían largas filas para reabastecerse de combustible.
Sin embargo, los republicanos, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, dijeron que esos días pasaron hace mucho tiempo y afirmaron que cancelar la prohibición podría convertir a Estados Unidos en una superpotencia de energía e impulsar la economía.
Los republicanos de estados productores de hidrocarburos elogiaron la decisión de Obama, al igual que grupos comerciales que representan a la industria petrolera. La senadora Lisa Murkowski, de Alaska, que defiende el fin del impedimento, describió la decisión como una medida positiva. Agrego que continuará insistiendo en la plena revocación “lo más pronto posible”.
“Ese canje con México es un paso que debió darse hace mucho tiempo, beneficiará a nuestra economía y a la seguridad energética de América del Norte, pero no debemos parar ahí”, dijo Louis Finkel, vicepresidente ejecutivo del Instituto del Petróleo de Estados Unidos.