Vamos a ponernos serios frente a las elecciones, resulta que el secretario general del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, STPRM, Ricardo Aldana Prieto, tuvo que poner al servicio de Morena y sus partidos satélites a sus 113 mil agremiados que tiene en todo el país. ¿A cambio de qué? De nada, de seguir tranquilamente al frente del sindicato y mantener una relación fría y cordial con el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza.
Nos dicen que en enero pasado se cerró la pinza sobre el dirigente sindical que se había medio peleado con la empresa, el propio presidente lo enfrentó en un evento, en el podio frente a todo mundo y le pidió arreglar cualquier situación que tuviera pendiente el sindicato y la petrolera del Estado mexicano.
No van a tener senadurías, diputaciones, presidencias municipales. El apoyo del sindicato deberá ser para las candidaturas del partido oficial y los liderazgos deben de apoyar con gente y con dinero las movilizaciones.
Aldana se le esconde al presidente López Obrador, según nos cuentan. No se siente cómodo cuando lo amenazan directamente y tantas veces frente a tantas personas.
La última revisión del contrato colectivo de trabajo se terminó en octubre del año pasado después de que el presidente ordenó al sindicato llegar a un acuerdo en el trabajo con la empresa productiva del Estado.
Los liderazgos petroleros tienen prohibido participar directamente en política, ninguno de ellos estará en la boleta del 2 de junio, sin embargo, hay mucha presión para apoyar a candidatos como Rocío Nahle que no levanta en Veracruz. En Tampico están movilizando a los trabajadores de las refinerías, todos ellos saben que están en tiempos extras y que la campaña presidencial está diseñada desde Palacio Nacional y en Tabasco ayudan a ecualizar los parámetros.
No, el sindicato petrolero no es lo que fue con Carlos Romero Deschamps, ahora les va mucho peor.
Buzos
1.- Resulta que Petróleos Mexicanos, que dirige Octavio Romero, va a perforar más pozos en dos de sus campos estrella. Se trata de Quesqui y Tupilco, que actualmente son los principales productores de gas de los nuevos desarrollos. El programa original de estos campos establece la perforación de 37 pozos en el caso del primero y 16 en el segundo, no obstante, después de valorarlos podrían ser hasta seis pozos más en Quesqui, mientras que en Tupilco también hay buenas posibilidades de perforar más, pues de acuerdo con los directivos de la empresa ya hay dos localizaciones técnicamente probadas para aumentar la reserva y el potencial del yacimiento. Lo anterior sin duda sacará más brillo a la aportación que tienen los campos nuevos, pero el reto de la declinación se mantiene, así como la incorporación de nuevos campos.
2.- Pemex acordó con AHMSA prorrogar hasta el 30 de noviembre el pago de una deuda derivada del acuerdo reparatorio para el pago de 216 millones de dólares por el pago a sobreprecio de la planta de Agronitrogenados en 2014 y eso le permite a la empresa “seguir concentrándose en la reestructura de su deuda en el marco del concurso mercantil”. La narrativa de la 4T es que el responsable de esa compra fue el director de Pemex al inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, Emilio Lozoya, para supuestamente reactivar la industria nacional de fertilizantes y no tocan al que era entonces titular de la Secretaría de Hacienda, Luis Videgaray, que se sabe en Pemex fue quien armó el esquema de compra.
Por : Luis Carriles
Twitter : @luiscarrujos
Vía : El Listo Sol de México