La reunión entre el emisario estadounidense George Mitchell y el presidente palestino Mahmud Abas terminó el viernes sin acuerdo, tal como ocurrió la víspera con los israelíes, en un clima de escepticismo sobre la reactivación del proceso de paz.
“Queremos reanudar las negociaciones (con los israelíes) sobre la base de una delimitación de fronteras de un Estado palestino con todas las tierras ocupadas desde 1967, incluido Jerusalén-Este, y el fin de las colonizaciones” declaró el negociador palestino Saeb Erakat, luego de tres horas de entrevista.
Los palestinos quieren en efecto que su futuro Estado esté basado en las fronteras existentes antes de la guerra israelo-árabe de 1967 y teniendo a Jerusalén-Este como capital.
“La parte norteamericana quiere reanudar las negociaciones sin pedir una congelación inmediata de las colonias”, constató además Erakat.
Mitchell, que abandona el sábado la región, no hizo comentario alguno.
En una entrevista publicada el jueves por el semanario Time, el presidente estadounidense Barack Obama reconoció haber evaluado mal las posibilidades de paz en Medio Oriente.
“Creo que sobrevaloramos nuestras posibilidades de convencerlos (a israelíes y palestinos)” para reanudar las negociaciones de paz, admitió Obama, no sin candor.
“Es un problema inextricable”, opinó el presidente.
Mitchell ya se entrevistó el jueves con los principales dirigentes israelíes, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Ehud Barak, sin que se produjera el menor avance aparente en las negociaciones.