Florence Cassez, es evidente que las víctimas la reconocen como parte de la organización delictiva que los secuestró y más. Mucha pena que siento por la situación y al igual que todos siento indignación porque la hayan dejado en libertad.
Pero de este tema no es el que quiero hablar, sino de todo lo que hay detrás y que nadie está poniendo atención y del que yo he escrito anteriormente: valores. Como dice el comercial “Tienes el valor, o te vale”.
Más que quejarnos por lo que está pasando con Cassez, debemos de entender que nosotros como mexicanos tenemos la culpa por lo que sucede con nuestro país, no importa por quien hayamos votado y quien sea nuestro presidente (ojo, no estoy defendiendo a EPN ni mucho menos), nuestro problema viene de más atrás, de un país con una historia de corrupciones, mafias, etc. Quejarnos del sistema del no sé qué no va a remediar nada.
Lo que tenemos que hacer si es que queremos que nuestro país cambie es poner manos a la obra, no haciendo una revolución como hace 100 años, eso no nos va a llevar a ningún lado y tampoco creo que a estas alturas del partido lo hagamos. Lo que hay que hacer es mostrar que somos personas con valores, con educación. Ya lo he dicho anteriormente, el nivel escolar nada tiene que ver con los valores y la educación.
Que la generación X sea la que inicie con este cambio porque somos los futuros líderes de nuestro país a corto plazo, sentando un precedente para las siguientes generaciones que estén por gobernarnos. Dando un buen ejemplo a los demás hará que creemos conciencia, no podemos enderezar a nuestros padres o abuelos sobre como gobiernan el país, los estados, los municipios, los pueblos; pero si podemos enseñar a nuestros hijos a ser buenas personas, los niños son esponjitas: observan, aprenden e imitan nuestro comportamiento por eso tenemos que ser ejemplo.
¿Cómo hacemos esto? Muy sencillo, en el diario tenemos situaciones con las cuales lidiamos: como tratamos un mesero, al cajero de la tienda de conveniencia, dando las gracias, pidiendo las cosas por favor, no saltarnos un rojo del semáforo, ni gritándole al coche que va delante, no dando mordidas a los tránsitos, no haciendo trampas, ni tratar de “fregarnos” a alguien, ayudando en la calle a alguien que lo necesite, quitándonos de la cabeza ese dicho que dice “si no tranzas no avanzas”; y así podría seguir dándoles ejemplos.
Estoy convencida de que empezando por nosotros podemos cambiar nuestro país, para nuestros niños, esas generaciones que están por venir.
Todos queremos un México que no nos avergüence, del cual sentirnos orgullosos no solo por la comida, la música, el baile, queremos que también se hable de un México justo, ejemplar en todos los sentidos. Te invito a que lo pienses y lo pongas en práctica, el cambio está en ti, el cambio está en mí.
Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, biónica y ejemplarmente diva.
Esta demás que dé mi opinión sobre Pero de este tema no es el que quiero hablar, sino de todo lo que hay detrás y que nadie está poniendo atención y del que yo he escrito anteriormente: valores. Como dice el comercial “Tienes el valor, o te vale”.
Más que quejarnos por lo que está pasando con Cassez, debemos de entender que nosotros como mexicanos tenemos la culpa por lo que sucede con nuestro país, no importa por quien hayamos votado y quien sea nuestro presidente (ojo, no estoy defendiendo a EPN ni mucho menos), nuestro problema viene de más atrás, de un país con una historia de corrupciones, mafias, etc. Quejarnos del sistema del no sé qué no va a remediar nada.
Lo que tenemos que hacer si es que queremos que nuestro país cambie es poner manos a la obra, no haciendo una revolución como hace 100 años, eso no nos va a llevar a ningún lado y tampoco creo que a estas alturas del partido lo hagamos. Lo que hay que hacer es mostrar que somos personas con valores, con educación. Ya lo he dicho anteriormente, el nivel escolar nada tiene que ver con los valores y la educación.
Que la generación X sea la que inicie con este cambio porque somos los futuros líderes de nuestro país a corto plazo, sentando un precedente para las siguientes generaciones que estén por gobernarnos. Dando un buen ejemplo a los demás hará que creemos conciencia, no podemos enderezar a nuestros padres o abuelos sobre como gobiernan el país, los estados, los municipios, los pueblos; pero si podemos enseñar a nuestros hijos a ser buenas personas, los niños son esponjitas: observan, aprenden e imitan nuestro comportamiento por eso tenemos que ser ejemplo.
¿Cómo hacemos esto? Muy sencillo, en el diario tenemos situaciones con las cuales lidiamos: como tratamos un mesero, al cajero de la tienda de conveniencia, dando las gracias, pidiendo las cosas por favor, no saltarnos un rojo del semáforo, ni gritándole al coche que va delante, no dando mordidas a los tránsitos, no haciendo trampas, ni tratar de “fregarnos” a alguien, ayudando en la calle a alguien que lo necesite, quitándonos de la cabeza ese dicho que dice “si no tranzas no avanzas”; y así podría seguir dándoles ejemplos.
Estoy convencida de que empezando por nosotros podemos cambiar nuestro país, para nuestros niños, esas generaciones que están por venir.
Todos queremos un México que no nos avergüence, del cual sentirnos orgullosos no solo por la comida, la música, el baile, queremos que también se hable de un México justo, ejemplar en todos los sentidos. Te invito a que lo pienses y lo pongas en práctica, el cambio está en ti, el cambio está en mí.
Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, biónica y ejemplarmente diva.