Porfirio Muñoz Ledo advierte que en México la figura presidencial sigue siendo un tabú y por ello pone sobre la mesa la inclusión de la ley de revocación constitucional de mandato.
En sus oficinas de la colonia Nápoles, Muñoz Ledo señala los tomos de la reforma del Estado. Habla aprisa y dice que en cualquier sociedad democrática el gobierno debe responder al Congreso de la Unión.
El coordinador del Frente Amplio Progresista acota que de ninguna manera está planteando el â??derrocamiento o salidaâ? del Presidente en turno, sino un procedimiento jurisdiccional directo y transparente.
â??Derrocar es tirar a alguien por la fuerza. No es cierto que por la paz no se puedan hacer los cambios. Esa es la renuncia a la que se está llevando a México, que es dueño de su destino y nadie se lo puede quitar.
â??El problema en México es que el sistema constitucional se ha vuelto un callejón sin salida… y no hay manera de sustituir al jefe de gobierno por vÃas democráticasâ?, expone en entrevista con EL UNIVERSAL.
Dice que la revocación de mandato es la única vÃa de devolverle al pueblo su poder de decisión porque la única causal es la voluntad popular, igual que el referéndum y el plebiscito.
Explica que la Constitución es anómala en cuanto a la sustitución del mandatario.
â??Es la única que conozco que prevé la sustitución por acuerdo de los partidos y de los actores polÃticos, ya que dice que el Congreso nombrará por mayorÃa de dos terceras partes al presidente interino… Eso es un pésimo procedimientoâ?.
Muñoz Ledo refiere a la Constitución de 1857, que prevé que sea el presidente de la Suprema Corte quien esté al frente del paÃs. Sugiere que sea éste quien pudiera ocupar el cargo por seis meses.
Muñoz Ledo acusa que no se ha querido tocar de fondo el tema por tabú y cita al jurista Diego Valadés, quien sostiene que habÃa una conciencia de que el Presidente es el â??todo poderoso, intocable, inmutableâ?