El Congreso hondureño no ha considerado por ahora la posibilidad de amnistiar al depuesto presidente Manuel Zelaya, aseguró este martes el vicepresidente del Legislativo, Ramón Velásquez, a la AFP.
“Aquí en el Congreso no se ha iniciado una discusión sobre ese tema. Es más, no sabemos ni cuáles son las intenciones de decirlo, si es por una posición internacional”, afirmó el diputado de la Democracia Cristiana (DC), el único cargo del Congreso que no pertenece al oficialista Partido Liberal (PL), la formación de Zelaya y del presidente de facto Roberto Micheletti.
Velásquez salió al paso de declaraciones del presidente de la Corte Suprema de Honduras, Jorge Alberto Rivera, en las que anunció la posibilidad de que el Congreso otorgue una amnistía a Zelaya, por lo que se le retirarían los cargos políticos, entre ellos el de traición a la patria.
La fiscalía hondureña acusó a Zelaya de 18 delitos, entre ellos el de traición a la patria, luego de que este fuera destituido de su cargo y expulsado del país el 28 de junio.
“La amnistía es una gracia que otorga el Congreso pero no se ha hablado de eso para Zelaya, que tiene orden de captura”, subrayó Velásquez, explicando que el domingo le fue impedido el regreso al país “porque los organismos de seguridad velaron por la seguridad del pueblo pero sus delitos no prescriben nunca”.
El diputado sentenció que la salida de Zelaya del poder “es una cosa juzgada, una página dada vuelta y la frase repetida es ‘aquí nadie se rinde'”. En la Organización de Estados Americanos (OEA) “nos ha condenado sin ser escuchados y ahora el problema será para que reconozcan su fallo”, agregó.
Rivera fue autorizado por el gobierno de facto de Micheletti a encabezar una comisión que debe viajar a Washington a negociar con la OEA una “salida dialogada” a la crisis de Honduras, uno de los países más pobres de América.
Micheletti como Zelaya, con el beneplácito de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, nombraron al presidente de Costa Rica, Oscar Arias, como mediador en el conflicto