El presidente Barack Obama nominó el lunes a la procuradora general Elena Kagan a un puesto vacante en la Corte Suprema y se espera que la funcionaria deberá tener una confirmación relativamente fácil si se excluyen circunstancias extraordinarias.
Si es ratificada en la corte, Kagan será la tercera mujer en la corte de nueve miembros, la proporción más alta en la historia de la Corte Suprema estadounidense. En la corte ya trabajan las jueces Sonia Sotomayor, de ascendencia puertorriqueña, y Ruth Bader Ginsburg.
En un discurso de presentación de su candidata, de 50 años, Obama dijo que Kagan traerá excelencia, independencia, integridad y pasión a la Corte Suprema.
En una ceremonia en la Casa Blanca, Kagan dijo que el hecho de haber sido nominada a la Corte Suprema es “el honor de toda una vida”.
El Senado determinará si Kagan será quien reemplace al juez en proceso de jubilación John Paul Stevens. Los demócratas controlan la cámara alta con 59 votos, uno menos del que necesitarían para evitar una posible maniobra obstruccionista de los republicanos contra la nominación.
Siete republicanos votaron por la nominación de Kagan para que fuera procuradora general, lo que hace improbable que ese partido pueda unificarse lo suficiente como para emprender una maniobra que frene el proceso.
Los republicanos no han dado señales sobre su posible bloqueo a la nominación de Kagan, pero sin duda la cuestionarán sobre su poca práctica en cortes, sus escasos escritos legales y sus objeciones sobre las políticas del ejército sobre militares homosexuales.
Cuando fue confirmada como procuradora general en 2009, sólo siete republicanos la apoyaron.
Kagan, famosa por su agudeza y sabiduría política ha tenido una carrera judicial brillante: fue la primera decana mujer en la Escuela de Derecho de Harvard, la primera mujer que fungió como la más importante abogada para la Corte Suprema en cualquier gobierno y ahora la primera candidata en la lista de Obama para suplir al legendario juez John Paul Stevens, que recientemente anunció su retiro.
A sus 50 años de edad Kagan sería la juez más joven en la corte, uno de muchos factores que la apoyan, ya que tendría la oportunidad de ampliar el legado de Obama en el máximo tribunal federal por una generación.
Kagan fue asistente del juez Thurgood Marshall, trabajó para Bill Clinton y se granjeó una reputación estelar como estudiante, maestra y gerente del mundo académico de elite. Durante el año pasado mejoró su imagen ante Obama al desempeñarse como la abogada de su gobierno ante la corte superior.
A pesar de todas estas virtudes, Kagan sería la primera juez sin experiencia judicial en casi 40 años. Los otros tres finalistas que superó son jueces de cortes federales de apelación y los nueve que actualmente están en la Corte Suprema fungieron en cortes federales antes de ser ascendidos.
Los jueces de la Corte Suprema tienen un enorme poder en Estados Unidos. Su voto es decisivo en asuntos de vida o muerte, libertad civil y las facultades del gobierno. Los presidentes sólo tienen un mandato de cuatro años, los jueces de la Corte Suprema tienen puestos vitalicios