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La crisis de violencia que afecta a los productores de limón en Michoacán llegó a un punto decisivo este martes, cuando el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, sostuvo una reunión de alto nivel en Apatzingán con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y líderes citrícolas de la región.

El encuentro, realizado en el corazón de la Tierra Caliente, buscó atender las denuncias de extorsiones, cobros de piso y amenazas contra agricultores y comerciantes de cítricos, una problemática que desde hace meses ha golpeado severamente al sector productivo del estado.

“El homicidio de Bernardo Bravo no quedará impune”, declaró García Harfuch, en referencia al asesinato del presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, ocurrido hace unos días.

El funcionario federal aseguró que el gobierno trabaja en coordinación con las fuerzas estatales y federales para restablecer la seguridad y la libre producción agrícola en la región.


🚨 Una reunión de emergencia en el corazón citrícola

La presencia de García Harfuch en Apatzingán marca un punto de inflexión para los productores de limón de Michoacán, quienes han denunciado de manera reiterada la inacción de autoridades locales y federales frente a las extorsiones del crimen organizado.

El evento contó con la participación de mandos del Ejército, la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y la Fiscalía General del Estado.
En conjunto, acordaron reforzar la presencia de seguridad en los municipios productores de Apatzingán, Buenavista, Tepalcatepec y Múgica, donde la violencia ha provocado el cierre temporal de huertas y la suspensión de cosechas.

De acuerdo con el Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Michoacán produce más de 800 mil toneladas de limón anualmente, lo que lo convierte en el segundo estado más importante del país, solo detrás de Veracruz. Sin embargo, los grupos criminales han logrado infiltrarse en toda la cadena de valor, desde la producción hasta la comercialización.


🍋 Extorsión y miedo: el precio de cosechar

Los productores de limón relataron que el “cobro de piso” se ha vuelto sistemático. En algunos municipios, los delincuentes exigen hasta 3 pesos por kilo cosechado, lo que ha provocado que cientos de hectáreas permanezcan abandonadas o que los precios al consumidor final se disparen.

Uno de los agricultores asistentes, bajo anonimato, describió el ambiente de tensión que se vive a diario:

“Tenemos miedo. No podemos entrar a nuestras huertas sin permiso, no podemos transportar nuestro producto sin pagar. Queremos trabajar, no vivir bajo amenazas.”

El asesinato de Bernardo Bravo encendió las alarmas en todo el sector. El líder citrícola había denunciado públicamente las extorsiones semanas antes de su muerte, y su caso se ha convertido en símbolo de la impunidad que enfrentan los trabajadores del campo.


🛡️ Compromisos y acciones inmediatas

Tras la reunión, García Harfuch anunció la creación de una mesa permanente de seguridad para los productores agrícolas, integrada por la SSPC, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y autoridades locales.

El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla reconoció que el problema ha escalado a niveles críticos y que “la seguridad en el campo debe ser prioridad”, comprometiéndose a coordinar acciones de inteligencia y operativos conjuntos con la federación.

“No podemos permitir que el crimen controle la producción ni los precios. Michoacán debe volver a ser un referente del trabajo honesto”, expresó el mandatario estatal.

Las autoridades adelantaron que el despliegue incluirá vigilancia aérea, presencia militar en puntos de carga y patrullajes en rutas de transporte de limón, así como canales de denuncia anónima para los productores.


🌱 El limón, símbolo de resistencia

El limón michoacano no solo representa una fuente económica vital —más de 40 mil empleos directos y 100 mil indirectos—, sino también un símbolo de identidad cultural para las comunidades de Tierra Caliente.

A pesar del miedo, los productores de limón siguen cosechando, conscientes de que su trabajo mantiene viva una tradición que trasciende generaciones.

“No vamos a rendirnos. El limón es parte de nuestra tierra y nuestra historia”, afirmó un productor durante el encuentro con García Harfuch.


Conclusión

La visita del titular de la SSPC a Apatzingán marca un esfuerzo por devolver la esperanza y la seguridad a una región marcada por la violencia.
Pero también deja claro que la paz del campo mexicano solo se logrará si el Estado garantiza que los productores de limón puedan vivir y trabajar sin miedo.

El desafío no es solo económico: es un acto de justicia social.

productores de limón siguen pidiendo seguridad al gobierno
Productores de limón piden seguridad: reunión clave en Apatzingán 2

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