A la fecha no hay indicios de daños ni responsabilidad ambiental atribuible a Fonatur por la remoción de mangle en el Malecón Tajamar, por 22 hectáreas del último desmonte, por lo que “no es preciso atribuir que existe o estamos ante la presencia de un ecocidio o devastación ambiental”.
Así lo advirtió el Titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Guillermo Haro Bélchez, al dar a conocer los resultados de la más reciente inspección realizada por esta dependencia en el Malecón Tajamar, ubicado en Cancún Quintana Roo.
En conferencia de prensa el funcionario aclaró además que el predio donde se efectúa el proyecto Malecón Tajamar no es considerado sitio RAMSAR y que dicha área ya presentaba desde 2005 un proceso de fragmentación y reducción de hábitat.
Además expuso que el área en cuestión apenas representa 2.1 por ciento de las tres mil 533 hectáreas donadas por Fonatur al Área Natural Protegida Manglares de Nichupté y Ecopark, lo que revela que por cada hectárea desarrollada por Fonatur se donaron 50 hectáreas.
Haro Bélchez recordó que la zona denominada Malecón Tajamar se encuentra fuera del Área Natural Protegida, de ahí que a partir de 2005 inició el desmonte de 58.7 hectáreas que no se consideran sitio RAMSAR.
A ello se suma el hecho de que esa área ya presentaba también un impacto asociado al crecimiento urbano que lo rodea, lo que podría explicar la disminución de nidos y madrigueras de fauna en el inmueble.
En cuanto a la información gráfica difundida en redes sociales acusando de daños a animales durante el desmonte del Malecón Tajamar, advirtió que se trata de información falsa, ya que esas imágenes no corresponden a ese lugar.
Explicó que en el primer caso se trata de un cocodrilo llamado “Lolong”, que murió en 2013 en Filipinas y que era el más grande del mundo, mientras que en el segundo caso era otro hallado muerto en Cozumel, Quintana Roo, al cual se le arrancó la cola.
Además, se publica una tercera imagen de un cocodrilo que en realidad fue atropellado el 21 de junio de 2015 al sur de Cozumel, por lo que advirtió que aunque las redes sociales son un medio eficiente para hacer denuncias, también hay que tener cuidado con lo que se publica en ellas.
Para corroborar posibles afectaciones ambientales posteriores, Haro Bélchez explicó que hicieron un recorrido el pasado 26 de enero en el cual encontraron tres especies de reptiles: iguana rallada (Ctenosaura similis), Basilisco (Basiiscus vittatus) y cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii).
También se hallaron 22 especies de aves y un rastro de huellas de mapache (Procyon lotor), además de observar remoción de vegetación de Selva baja y Manglar de tres especies: blanco, rojo y botoncillo.
El funcionario aclaró que esos ejemplares ya están siendo reubicados en santuarios alternos y agregó que la inspección judicial determinó que no se encontraron evidencias de muerte de ejemplares de fauna silvestre.