Un grupo de 15 equipos con tecnologías provenientes de universidades y centros de investigación mexicanos concluyó su capacitación dentro del programa I-Corps México, creado hace cuatro años por la National Science Foundation (NSF) de los Estados Unidos para lograr que la investigación de científicos e ingenieros logre un mayor impacto en la sociedad mediante la generación de nuevas empresas o startups.
Durante siete semanas, los equipos mexicanos formados por un investigador, un emprendedor experimentado y un mentor, trabajaron para validar su tecnología en el mercado a través de un proceso intensivo de entrevistas con clientes potenciales, las cuales fueron analizadas con ayuda de instructores de los Estados Unidos. Así, los participantes pudieron conocer si sus desarrollos resuelven necesidades reales de sus clientes potenciales y si están dispuestos a pagar por esas innovaciones.
Quienes obtuvieron respuestas positivas, darán el siguiente paso para conformar nuevas empresas y, quienes no, tendrán la oportunidad de hacer adaptaciones, de seguir explorando el mercado y prepararse mejor para abrir su empresa.
“Lo más importante de este programa es que los equipos aprendan el proceso de validar sus ideas en el mercado, porque algunos decidieron que sus proyectos no los llevarán hoy a abrir una empresa, pero la próxima vez tendrán otra idea u otro proyecto que se convertirá en un sí”, señaló Edmund Pendleton, director del DC I-Corps de la Universidad de Maryland, quien fue unos de los instructores a cargo del programa I-Corps México.
Sobre las diferencias entre los equipos mexicanos y los equipos que trabajan en los Estados Unidos, Pendleton dijo que “no hay ninguna diferencia porque la innovación ocurre en todos lados; no está restringida por fronteras ni ocurre sólo en las mejores universidades. Vimos grandes innovadores aquí, gente que se adaptó muy bien al proceso y los equipos fueron muy receptivos”, comentó.
Ésta es la primera vez que el programa I-Corps se aplica fuera de los Estados Unidos, país donde ha apoyado la creación de más de 160 nuevas empresas.
En México, este programa fue posible gracias la colaboración entre el Conacyt, la Secretaría de Economía, la Embajada de los Estados Unidos en México y FUMEC, y forma parte de las iniciativas que impulsa el Consejo México-Estados Unidos de Emprendimiento e Innovación (MUSEIC).
Algunos de los desarrollos que participaron en este programa fueron:
Un fumigador de cosechas mediante drones, que puede ser utilizado por agricultores que producen frutas, vegetales y granos.
Un nuevo equipo médico para mejorar la medición de las córneas deformadas, el cual permite medir de manera más rápida, eficiente y barata.
Una comunidad de rehabilitación en línea para pacientes y sus doctores donde se puede obtener ayuda desde cualquier lugar que tenga internet.
Un método para recuperar plata de los residuos de minería el cual mejora el proceso hasta en 70%, lo que incrementa la rentabilidad de esta industria.