Propuesta de tribunal vaticano por abusos sexuales, estancada. La propuesta del papa Francisco de crear un tribunal dentro del Vaticano para enjuiciar a obispos que encubrieron casos de curas pedófilos parece estancada.
A pesar del éxito de la película “Spotlight”, que trata sobre cómo un periódico destapó el escándalo de los curas abusadores, la propuesta de Francisco no ha avanzado. Ha caído víctima de expectativas prematuras, cuestiones administrativas y legales irresueltas y resistencias tanto dentro como fuera de la Santa Sede, dicen funcionarios de la Iglesia y abogados canónicos.
La sorpresiva propuesta acaparó los titulares de prensa cuando fue anunciada el 10 de junio como la primera iniciativa de gran magnitud por parte de la comisión creada por Francisco. Un comunicado del Vaticano aseveró que el papa y sus nueve cardenales asesores habían acordado por unanimidad crear un nuevo departamento dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe para manejar casos de “abuso del cargo”, contra obispos acusados de no proteger a sus congregaciones de curas pedófilos.
Sin embargo, la propuesta inmediatamente hizo sonar alarmas entre abogados canónicos y funcionarios del Vaticano.
En primer lugar, la congregación, que desde el 2001 se ha encargado de todos los casos de abuso sexual de menores por parte de sacerdotes en todo el mundo, no fue consultada, ni siquiera informada. Actualmente, la congregación está necesitada de recursos y personal, abrumada con todos los casos de curas que abusaron de menores y con el deber de asesorar a las diócesis sobre cómo proceder.
“En realidad, la congregación no sabe nada de esto. El tema quedó ahí. No lo han enfrentado”, dijo el reverendo Davide Cito, abogado canónico de la Universidad Pontificia de la Sagrada Cruz de Roma, que ha ayudado a investigar casos de abusos para esa congregación.
El comunicado del Vaticano dice que será designado un nuevo secretario para la congregación y que vendrá más personal y recursos. Pero han pasado nueve meses y nada de eso ha ocurrido. Francisco recientemente reiteró que asignaría a un secretario, pero aun si lo hace, el funcionario tendrá que comenzar desde cero en una tarea titánica.
“Confiamos en que el anuncio del Santo Padre sobre su intención de nombrar un secretario para la Sección de Disciplina es una clara señal de que la implementación de sus decisiones previas será expedita”, declaró el cardenal de Boston Sean O’Malley, director de la comisión asesora sobre casos de abuso sexual, en un comunicado enviado a la AP.
Pero aun para un observador casual, el anuncio original planteó interrogantes significativos. Asignó a otras tres congregaciones del Vaticano la conducción de investigaciones preliminares sobre los obispos acusados, un obstáculo dados los recursos limitados. Además, las congregaciones operan como feudos individuales. ¿Por medio de qué mecanismos estos tres ámbitos separados deben plantear sus casos a un nuevo tribunal?
“Cuando se anunció supe que sería un problema”, afirmó Kurt Martens, profesor de derecho canónico en la Catholic University of America en Washington.
Explicó que una cuestión decisiva que debe resolverse es el nivel de negligencia por el que deberá juzgarse a los obispos. ¿Serán sometidos a una misma exigencia de denunciar los abusadores a la policía cuando las leyes difieren de un país a otro? ¿Qué pasa con el estatuto de limitaciones y la retroactividad? ¿Pueden los obispos que manejaron mal los casos de abusos hace cinco, diez o veinte años ser citados ante el nuevo tribunal?
“Es una cuestión importante”, afirmó Martens.
Dos dignatarios eclesiásticos familiarizados con la propuesta dijeron que no ha habido un seguimiento desde que se anunció el tribunal. Otros dos allegados al tema dijeron no saber de ningún progreso hasta ahora. Hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a informar públicamente sobre una propuesta delicada ordenada por el pontífice.
Uno de los dos, abogado canónico, dijo que quedan cuestiones fundamentales por resolver: ¿Quién denuncia a quién? ¿Quién decide que es necesario un tribunal? El derecho canónico dice que solamente el papa puede juzgar a un obispo. ¿Por qué singularizar el abuso de cargo por el manejo irregular de casos de abuso sexual cuando también las irregularidades financieras constituyen un delito eclesiástico?
Más que cualquiera de sus predecesores, Francisco ha dicho que debe responsabilizarse a los obispos si trasladan a sacerdotes abusadores de una parroquia a otra en vez de denunciarlos a la Iglesia y a las autoridades estatales. “No deben encubrir, e incluso los que encubren estos actos son culpables”, dijo Francisco a la prensa el 28 de septiembre de regreso a Roma desde Filadelfia, donde se reunió con víctimas de abusos.
Por eso su decisión de autorizar un tribunal fue acogida con júbilo -y elevadas expectativas- entre las víctimas de abusos. Recientemente un alto dignatario del Vaticano, el cardenal George Pell, sugirió que un candidato para el tribunal era su antiguo obispo en Ballarat, Australia.