Por El Enigma
Y aunque las protestas en medio oriente y África parezcan enfriándose, hay varias naciones que están en la lupa por la opinión internacional ya que las protestas han sido pospuestas ante promesas de reformas democráticas.
El más visible en este momento es el de Siria, que ha provocado ya en repetidas ocasiones llamados de parte de la diplomacia internacional a que se respete la vida de manifestantes.
De hecho, hace unas horas la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, llamó al régimen sirio a cesar la violencia contra los manifestantes y a iniciar reformas inmediatamente.
Y es que Siria tiene una situación muy especial, es un estado que se sabe ha apoyado a grupos terroristas contra objetivos occidentales así como también contra Israel, así como cuenta con una economía un poco más fuerte y estable en la zona, han desarrollado tecnología atómica que fue atacada con éxito hace un par de años, se sabe cuenta con relaciones non santas con organizaciones terroristas y se le ve como vendedor de armas en la zona.
Y la condena categórica es ante la persistente violencia y las muertes que en Siria se están dando en el contexto de manifestaciones que piden libertad y democracia.
Ahora, analistas en países árabe / musulmanes, no creen que se pueda disparar la violencia aun a niveles de Libia donde se vive literalmente una guerra civil, pero señalan todos en que hay que estar atentos.
Y es que de acuerdo a medios no oficiales, se confirma que los disparos de las fuerzas del orden sirias han causado ya 37 muertos, aun cuando digan que solo usan balas de goma, puesto que los muertos tienen heridas de bala real.
Ahora, dentro de las autoridades que han ido confirmando el número de muertos es Ammar Qorabi presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos, que radica en El Cairo.
Ni hablar creo personalmente que no hemos visto el fin de estas protestas, pero a la vez hay que entender que la diplomacia no hará mucho solicitando nada más que se permita que el pueblo se manifieste y haga públicas sus quejas sin miedo a la intimidación, la represión y el arresto.
Se esperan reformas políticas, pero dudo sean tan profundas como lo ideal debería ser.