El Comité de Finanzas del Senado tiene previsto votar mañana su propuesta de reforma de salud, en lo que es visto aquí como una importante prueba para medir si existe apoyo bipartidista para aprobar una nueva legislación.
La iniciativa, que fue objeto este mes de más de 100 enmiendas, incluye el seguro médico obligatorio para millones de estadounidenses, pero deja fuera tanto la opción pública como los beneficios a millones de inmigrantes indocumentados.
Aunque la meta era ofrecer cobertura “universal” de salud, la iniciativa senatorial dejaría a 25 millones de residentes de Estados Unidos sin seguro médico, una tercera parte de los cuales corresponde a inmigrantes indocumentados, según un estudio legislativo.
Un análisis de la Oficina Presupuestal del Congreso (CBO) estimó que el plan emanado del Comité de Finanzas cubrirá a 29 millones de estadounidenses y residentes legales que en este momento carecen de seguro médico.
Sin embargo hasta 25 millones de personas más, de las cuales unos 8.3 millones son inmigrantes indocumentados, quedarán sin acceso al seguro médico.
El presidente del Comité, el demócrata por Montana Max Baucus, ha buscado el apoyo de los senadores republicanos miembros del panel, en especial de la senadora por Maine Susan Snow, pero no ha tenido éxito a pesar de que el plan excluye la polémica opción pública.
Más aun, dos de los más prominentes senadores demócratas miembros del comité, Jay Rockefeller por Virginia del Oeste y Ron Wyden por Oregon, tampoco han decidido si apoyarán el plan, ya que ambos apoyan la opción pública que rechazan los republicanos.
Analistas consideran improbable que Rockefeller y Wyden obstruyan la aprobación del plan durante la votación final, pero los dos senadores han evitado hacer un compromiso público de apoyar la iniciativa.
La CBO estimó que la iniciativa del Senado implicará una erogación de 829 mil millones de dólares en el periodo 2010-2019, pero representará una caída neta del déficit presupuestal de 81 mil millones de dólares en ese lapso.
De acuerdo con la propuesta senatorial, los inmigrantes indocumentados no podrán participar en la compra de seguro médico bajo el nuevo “mercado de opciones” de seguro, ni recibir subsidios
oficiales aun si califican por su nivel de ingreso.
La legislación vigente permite a los inmigrantes indocumentados comprar su propio seguro a través de las aseguradoras privadas o recibirlo como prestación de sus empleadores.
De acuerdo con un análisis del Instituto de Política Migratoria, hasta 31% de los inmigrantes indocumentados (alrededor de 3.2 millones de personas) tienen algún tipo de cobertura médica a
través de sus empleadores.
Pero otros seis millones de indocumentados y 4.2 millones de inmigrantes legales carecen de seguro pues tienen en su mayoría ingreso bajos o medios, o trabajan para empresas pequeñas que no ofrecen a sus empleados beneficios médicos.
La proporción de los seis millones de inmigrantes indocumentados sin seguro médico asciende al 15% de toda la población residente en Estados Unidos sin ese beneficio, incluidos unos 660 mil menores de edad.