Después de la criogenización, durante la semana pasada, de gran parte de mi cerebro vuelvo a retomar mis posts para entregar la tercera (y última) parte de la serie â??Demonios, el psicólogo no me funcionaâ? en las que, desde mi punto de vista, toqué algunas razones por las que algunas veces la terapia psicológica puede no funcionar tomando en cuenta las caracterÃsticas de pacientes (aquÃ) y terapeutas (aquÃ), esta vez hablaré sobre el proceso terapéutico en donde paciente y terapeuta tienen ya una interacción formal.
Lo primero que se debe preguntar el terapeuta al iniciar el proceso terapeútico y después de la evaluación psicológica que se llevó a cabo es: ¿soy el terapeuta adecuado para este caso? ¿El enfoque que manejo puede ayudar realmente a esta persona? ¿Es necesaria la intervención de algún otro especialista? Ya que ni todos los terapeutas, ni todos los enfoques sirven para todos los casos, y algunas veces, de acuerdo a las necesidades de tratamiento del paciente es importante contar con la asistencia de otro tipo de especialistas (neurólogos, pediatras, expertos en lenguaje, psiquiatras, etc). Quienes en conjunto con paciente y terapeuta (a esto se debe que en posts anteriores mencioné el trabajo de equipo) establecerán metas claras y objetivas que nos permitan medir las mejoras que se tienen en terapia.
También es importante estar seguro que el paciente entiende correctamente desde el contrato terapéutico hasta los conceptos que se ven cada dÃa en sesión ya que la reeducación es la base de la mejora de su calidad de vida, además debemos tomar en cuenta las transferencias y contratransferencias, es decir, las emociones que despertamos en los pacientes como terapeutas y los que cada paciente despierta en nosotros ya que esto es un aspecto subjetivo que puede afectar enormemente la terapia sin darnos cuenta, por ejemplo, si un paciente â??me cae malâ? invertiré menos tiempo en preparar sus sesiones, llegaré a sesión sin ganas o no tomaré en cuenta lo que me está diciendo, asà que se debe monitorear esto para tratar de evitarlo.
Otro de los factores que hay q tomar en cuenta es la experiencia previa que los pacierntes hayan tenido con otros terapeutas ya es parte importante de cómo va a participar en la sesión.
Y por último, la necesidad de los pacientes de tomarse su tiempo, hay cosas q no son fáciles de contar o de entender para ellos, es importante que tomemos esto en cuenta y nos llenemos de paciencia y tratar de explicar y reexplicar los conceptos no comprendidos, esperar a que el paciente esté listo para contar esas cosas, etc.
Como hemos visto hay muchos factores que pueden afectar el curso de las terapias psicológicas, no siempre van juntos, y, lo que es peor, pueden ir en diversas combinaciones complicadas de descubrir y manejar, es por esto que el terapeuta debe tener la pericia necesaria para identificarlas.
* Ma. Teresa Farfán. Psicóloga, terapeuta, amante de la comunicación organizacional, mercadóloga renegada y tallerista en busca de aprendizaje continuo. Mi alter ego es @MomBita. Cualquier duda o comentario en mombita@gmail.com.