El 5 de diciembre del 2007 se podÃa leer en algunos diarios la excelente noticia. El nombramiento era relevante para la comunidad del lugar, ya que de esa manera se incrementaban los flujos turÃsticos que generaban inmediatamente nuevas fuentes de empleo, mejor infraestructura y por lo tanto mayores ingresos.
Ciudad Mier se unÃa a Pátzcuaro, Tlalpujahua y Cuitzeo, Michoacán; Ãlamos, Sonora; Cosalá, Sinaloa; Tequila, Tapalpa y Mazamitla, Jalisco; Valle de Bravo y Tepotzotlán, Estado de México; Huasca de Ocampo y Real del Monte, Hidalgo; Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, Guanajuato; Comala, Colima; Izamal en Yucatán y Santiago, Nuevo León, por nombrar sólo algunos .
Sólo tres años duro el gusto, ahora Ciudad Mier se ha convertido en un pueblo fantasma, en donde hubo un éxodo masivo debido a la violencia, actualmente la gente poco a poco, como a gotas, empieza a regresar a su tierra, pero lo mágico se ha perdido.
Mier no es el único lugar que sufre de violencia en el paÃs. Simplemente echemos un vistazo a las noticias de la semana que acaba de terminar: cuarenta horas de balacera en Michoacán; diez muertos en Jalisco durante la fiesta de la Virgen de Guadalupe Tecalitlán; un hombre ejecutado en un bar en Santiago Nuevo León; en el poblado de Llano Largo Guerrero, se encontró el cuerpo sin vida de un policÃa de tránsito con huellas de tortura; en Culiacán, Sinaloa fue localizado el cuerpo de un joven atado de pies y manos y con un tiro en la cabezaâ?¦ y podrÃamos seguir, ya que es un hecho, que sólo sabemos parte de lo que sucede, las noticias son filtradas y se nos da la información â??necesaria.â?
Recuerdo claramente que hace poco tiempo, los chilangos nos quejábamos amargamente de las condiciones de vida de nuestra ciudad: tráfico, inseguridad, agresiones cotidianas, contaminación. Muchos de nosotros deseábamos conseguir un buen trabajo en provincia, huir para llevar una vida tranquila, segura, y menos conflictiva. Fueron sólo unos cuantos afortunados los que hicieron su sueño realidad. Tristemente ese sueño se ha convertido en una pesadilla, ya instalados, tal vez con sus ahorros invertidos en un negocio, la situación se empezó a complicar hasta llegar a convertirse en lo que es ahora.
Y es justo en este momento, en que los â??defeñosâ? nos preguntamos: ¿Y ahora para donde corro? Y la respuesta es: Para ningún lado. Esto es lo que tenemos, una ciudad terriblemente complicada e insegura, pero a la vista, y por lo poco que sabemos, no es un territorio que el narco pelee.
Si correemos con suerte, solamente nos asaltaran, se meterán a nuestra casa y nos quitaran el trabajo de muchos años. (Esperemos no ser parte de la estadÃstica de los secuestrados y asesinados).
Frente a nosotros están todos aquellos que se supone velan por nuestros intereses: diputados, senadores, magistrados, jefes de gobierno, presidentes, quienes en unos dÃas gozaran de unas â??merecidas vacacionesâ?, seguramente en una playa de moda o por qué no, en el extranjero, eso sÃ, cuidados por un cuerpo de seguridad que los protege de los malhechores, ya que no les puede pasar nada, tienen que regresar sanos y salvos para seguir cumpliendo sus obligaciones.
Y mientras tanto nosotros hacemos planes en la medida de lo posible, para pasar una navidad digna, escribiendo cartas a ese gordo risueño que se dedica a cumplir los sueños de los niños. Cartas y cartas donde pedimos paz, seguridad y sobre todo, que se acabe la violencia que hoy nos gana la batalla, para que en poco tiempo los pueblos mágicos recobren su luz, su encantó y sobre todo, a su gente, que es la que los hace mágicos.
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/86293
Beatriz González RubÃn