En 2011 Alonso Lujambio, siendo Secretario de Educación Pública, declaró que las telenovelas tenían el poder de educar, afirmación que logro desatar la furia de muchos. A escasos días de la muerte del funcionario quiero retomar el tema y a pesar de correr el riesgo de ser acribillada, comunicó que efectivamente el género tiene la posibilidad de educar, aunque en su momento el comentario del otrora Secretario estuviera fuera de contexto.
La telenovela cumple la función de permitir que el espectador organice la experiencia vivida, la sustituya y tenga la ilusión de que los problemas pueden ser superados y resueltos. Pero esto no se debe quedar en una ilusión, es aquí donde funciona la telenovela social la cual propone cambios de actitud, busca demostrar que hay salidas para la ignorancia, para el maltrato, para la miseria, para la discriminación, para el acoso sexual, para los conflictos laborales, la corrupción en pocas palabras para las dificultades a las que se enfrenta nuestra sociedad día con día.
Es un vehículo cultural importante en América latina, además de tener importante penetración, sobre todo en países donde hay analfabetismo y poca lectura. En este sentido tenemos un medio social e ideológico que mueve la sensibilidad del espectador.
Es una realidad que los estudiosos y expertos en medios de comunicación preocupados por el desarrollo de los pueblos menos privilegiados, consideran que la televisión y especialmente la telenovela es un medio que de una manera sutil puede transmitir mensajes didácticos, sin perder el interés del espectador, de alguna manera se busca el comunicar valores y medios de superación a través del entretenimiento, aunado al hecho que la televisión en la mayoría de los hogares es una actividad familiar lo que de una otra manera propiciara que se comenten los contenidos entre los miembros de la familia o en su defecto al día siguiente con los compañeros de trabajo.
Desde hace varios años la televisora Red Globo de Brasil incluye en sus temáticas el alcoholismo, la salud sexual, la donación de órganos, el uso de preservativos, el cuidado del medio ambiente y muchos temas más que no solo redituó en excelente audiencia sino también el reconocimiento internacional, recibiendo en el 2001 el premio de responsabilidad social del mundo, el Business in the community awards of excellence.
Es importante recalcar que la telenovela no debe de perder su principal propósito que es divertir, pero esta situación no está en contra, ni está peleada con el hecho de que la inclusión de tópicos con finalidad educativa, busca crear en el televidente la intención de reflexionar, recalcando de ésta manera la gran importancia didáctica del género. La telenovela puede introducir de manera disfrazada mensajes educativos en sus textos, ya que nadie se sienta a ver una telenovela para aprender.
En la historia de la telenovela existen varias realizadas en México que han sido planeadas con fines estrictamente didácticos que gozaron de una importante audiencia, de un amplio reconocimiento, y fueron premiadas en el extranjero: Ven conmigo (1975), Acompáñame (1977), Vamos juntos (1979), Caminemos (1980), El combate (1980), Al salir el sol (1980), Nosotras las mujeres (1981), Aprendamos juntos (1982),El que sabe, sabe(1983); Los hijos de nadie (1997).
Durante muchos años en nuestro país se realizaron telenovelas de corte social que buscaban transmitir mensajes de importancia vital para el espectador sin que estos mensajes menospreciaran la diversión y el interés por seguir una historia de amor que es siempre el hilo conductor de una telenovela.
México no ha sido el único país interesado en las telenovelas didácticas o telenovelas para el desarrollo como se conocen actualmente. La Cadena Brasileña TV Globo buscó tratar temas sociales en sus telenovelas desde el año de 1990.
La telenovela de corte social es un buen camino en América Latina y en el mundo para transmitir mensajes positivos y de superación ya que fue, es y seguirá siendo un medio de entretenimiento que pone frente al televisor a miles de espectadores día con día. Nuestro país fue pionero en este tipo de teledramas, antes de que se hablara de telenovelas pro desarrollo, México ya las realizaba. Es un buen momento en el que el televidente está ávido de historias nuevas para que los productores y realizadores de las distintas cadenas mexicanas se planteen la posibilidad de volver a realizar historias con mensajes positivos que aportaran al espectador algo más que entretenimiento.