La situación en México esta de una manera tan fuerte y profundamente difícil que el caso que les expongo hoy es para pensar y recapacitar.
Sucede que una madre de familia decidió vender a su bebe recién nacido para poder comprar medicinas para otro ya un poco mas crecido que tiene cáncer.
Este caso se dio en México, un estadounidense pagó por el bebe los 20 mil pesos (casi 1780 dólares norteamericanos) para que la madre pueda aspirar a comprar con ese dinero, medicinas para su otro hijo, aquejado por el cáncer.
La ley es muy clara. A la madre del bebe y del niño con cáncer le corresponde ir a la cárcel, ¿pero qué será de sus hijos?
La ley especifica la falta como trafico de infantes, pero ya una parte de la sociedad civil ha levantado la voz para decir que es más bien un acto desesperado de vida que una madre hace por uno de sus hijos.
Bajo la promesa de que el norteamericano que pago por el recién nacido, tendrá una vida plena y sin apuros, se dio el acuerdo.
Pero aquí hay dos cosas que deben ser vistas y que la opinión pública no sabe, la madre del menor vendido no recibió los 20 mil pesos, sino solamente 5 mil que ya uso para adquirir medicinas para su hijo con cáncer, ¿Dónde quedaron los 15 mil restantes que alega la investigación se pagaron?
La partera que ya fue detenida aun no declara, a la madre de los menores que ya está detenida se le harán exámenes sicológicos para ver su grado de ignorancia y claro, necesidad para ver su se le imputa o no responsabilidad alguna.
Dura lex sed lex, dura es la ley pero es la ley; ¿usted que haría mi estimado lector?
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