“No hay golpe de Estado ni nada que se le parezca”, contra el presidente Manuel Zelaya, afirmó el martes a Radio Nacional (RNE) Roberto Micheletti, designado presidente provisional de Honduras.
En declaraciones la madrugada del martes, hora española, Micheletti dijo a RNE que se trata de “una sucesión constitucional”.
“En ningún momento se ha roto el orden constitucional, es una sucesión constitucional que hemos hecho a través del congreso nacional, y eso es permitido en la Constitucion nacional”, añadió.
Zelaya, dirigente de izquierda en el poder desde 2006, fue destituido el domingo al alba por el ejército y con el aval del Congreso, por haber intentado organizar un referendum popular que le posibilitaría una reelección, una consulta considerada ilegal por la Corte Suprema.
Los militares lo destituyeron y expulsaron hacia Costa Rica.
El derrocamiento de Zelaya provocó protestas y condenas de la comunidad internacional, de Estados Unidos a la Unión Europea, pasando por el conjunto de América Latina y la ONU.
Nombrado presidente provisional de ese país centroamericano de 7,5 millones de habitantes hasta la puesta en funciones del próximo jefe de Estado en enero del 2011, el presidente del Congreso hondureño, Roberto Micheletti, empezó a formar su gobierno tras haber decretado 48 horas de toque de queda.
El presidente derrocado, Manuel Zelaya, anunció desde Managua que volverá a su país el jueves tras una escala en Nueva York el martes para defender su causa ante la Asamblea General de Naciones Unidas