Las marchas en España evidencian que aun cuando los tiempos se han ido marcando en la agenda conforme se puede ir enfrentando las adversidades, la ciudadanía tiene un límite en su paciencia.
Lo que más incomoda es que parece que el actual gobierno, el de Rodríguez Zapatero, pareciera que está cruzado de brazos en lo que miles de familias españolas simplemente subsisten con la ayuda de desempleo.
Por ello mismo movimientos en redes sociales pareciera que emularan la primavera árabe en África pero en lugar de derrocar al gobierno lo que se busca aquí es poner un límite y obligar al gobierno a que haga algo.
Poco más de 5 millones de españoles están en paro y pareciera que no hay más rango de movilidad. España tiene problemas y serios.