El 22 de diciembre de 1997, un grupo armado con fusiles AK-47 y M-16, abrieron fuego contra miembros de una comunidad de refugiados en la comunidad de Acteal, municipio de Chenalhó, en México.
Las víctimas: 45 hombres, mujeres y niños, que se encontraban rezando en vísperas de la Navidad.
Cuatro años después de la matanza de Acteal, seis de los indígenas paramilitares condenados inicialmente, fueron absueltos por un juez federal en México.
El dictamen del magistrado indicó que “no se les comprobó plena responsabilidad” y calificó la evidencia aportada por los testigos de “inconsistente”.
Luego de cinco años de proceso penal, en el año 2002 un juez de Chiapas condenó a 36 años de prisión a 18 indígenas paramilitares involucrados en la masacre de Acteal, ocurrida el 22 de diciembre de 1997.
Los condenados son responsables de la muerte de 45 indígenas tzotziles: 18 niños, 22 mujeres y 6 hombres.
Con este fallo sumaron 77 los indígenas sentenciados a más de 30 años de prisión por participar en la masacre ocurrida en una iglesia católica en un campamento de desplazados ubicado en el municipio chiapaneco de Chenalhó