La sede mundial de Naciones Unidas se ha visto afectada por la plaga de chinches que sufre Nueva York, según confirmaron hoy responsables de la ONU, que insistieron en que sólo se han detectado en zonas muy concretas y que no se tiene noticia de que hayan picado a nadie del personal.
“Este episodio debe verse con una amplia perspectiva. Nueva York es una ciudad muy grande”, reclamó hoy el portavoz de la ONU Martin Nesirky, quien recordó que en los últimos meses “muchos edificios públicos y comerciales de la ciudad” se han visto afectados por estos insectos.
Las chinches se alimentan de sangre de seres humanos y otros animales, y parece que “la situación está empeorando”, agregó Nesirky.
En cualquier caso, confirmó que el pasado 15 de octubre se detectó un foco de chinches en el complejo de la sede central de Naciones Unidas, ubicada en la zona este del Midtown de Manhattan, concretamente en muebles de las plantas 19 y 20 del rascacielos que alberga al secretariado general.
Con posterioridad, el pasado fin de semana se hallaron también chinches, cuyas picaduras producen un intenso prurito (picor) que suele durar por más tiempo que las de otros insectos comunes como los mosquitos, en sillas de la sala de conferencias del contiguo edificio de la Biblioteca.
“Se han sustituido esas sillas y se han llevado a una zona donde el personal de Naciones Unidas no tiene acceso. Allí están siendo fumigadas”, explicó Nesirky, quien insistió en que “no se han detectado en ningún otro lugar del complejo, ni se ha tenido noticia de ningún otro episodio”.
Además, recordó que periódicamente, tal y como recomiendan los expertos en la materia, se revisan todas las instalaciones y se utilizan para ello perros especializados en la detección de éstos y otros insectos, aunque no son capaces de distinguir entre chinches vivas o muertas.
Las chinches de cama se pueden ver a simple vista y las adultas se asemejan en tamaño, color y forma a las pepitas de la manzana, suelen atacar de noche y es habitual que se refugien durante el día en costuras y pliegues de muebles y paredes.
El portavoz de la ONU recordó que en septiembre de 2009 ya se había detectado un brote en casi todas las plantas del edificio Albano, próximo al complejo de Naciones Unidas y que también es ocupado por personal de la organización, por lo que fue clausurado, fumigado por completo y reabierto dos semanas después.
Seis meses más tarde, el 6 de mayo de este año los perros volvieron a detectar otra infección, por lo que ese edificio volvió a ser fumigado por completo.
Un día después de su reapertura un empleado dijo haber detectado un insecto sospechoso, que finalmente resultó ser un tipo de ácaro que no suponía amenaza alguna para los seres humanos o las infraestructuras.
Las chinches se han convertido en un verdadero problema económico para Nueva York, que está viendo en los últimos meses cómo comienzan las cancelaciones turísticas y se reducen las visitas a cines, teatros y lugares públicos por miedo al ataque de estos insectos.
Desde el Empire State hasta algunas de las tiendas más populares de la Quinta Avenida, pasando por el mismísimo Lincoln Center o el Carnegie Hall, así como las salas de cine de Times Square e incluso el lujoso Waldorf Astoria, están teniendo que lidiar estos días con la mala prensa que supone reconocer que han detectado algún foco.