El primer ministro de Nueva Zelanda, John Key, anunció este lunes la intención de su gobierno de interceder en la agria disputa entre la productora de Peter Jackson y el sindicato de actores que ha pedido el boicot del rodaje de El Hobbit por las condiciones laborales.
Los estudios Warner Brothers han comenzado a buscar localizaciones alternativas en Escocia, Irlanda, Canadá y Australia a causa de los continuos retrasos del rodaje, que provocaron hace cuatro meses la salida del director Guillermo del Toro del proyecto.
“Estamos encantados de desempeñar el papel de intermediario entre las dos partes si es necesario, me preocuparía mucho si las películas de El Hobbit no se hicieran en Nueva Zelanda”, dijo Key en el programa matinal Breakfast de la televisión local, TV One.
El primer ministro recomendó a los sindicatos que aborden sus condiciones laborales con las asociación de productores neozelandesa, en lugar de “secuestrar” la producción de El Hobbit, cuya dirección asumirá el propio Jackson.
La semana pasada, el sindicato australiano Media Entertainment and Arts Alliance (MEAA) exigió a la productora de Jackson que lleve a cabo una negociación colectiva con los actores a través de la filial sindical local, Actors Equity NZ, para establecer unas condiciones laborales mínimas.
Sin embargo, Jackson cree que lo que el colectivo realmente está promoviendo es que se boicotee la producción y aseguró que su empresa, WingNut Films, ha empleado durante años a actores en unas condiciones “que se encuentran entre las mejores” de Nueva Zelanda.
“Yo apoyo firmemente a los sindicatos pero cuando una pequeña minoría tiene la capacidad de poner en peligro los medios de vida de tanta gente hay algo que no funciona”, agregó el ganador de un Oscar en 2004 por El Retorno del Rey, la segunda entrega de la saga de El Señor de los Anillos