Y despues, ¿que sigue?
Bueno, luego de la quiebra y ya que la nueva empresa salga de la suspensión de pagos, Washington proporcionará otros 5.000 millones de dólares para la compra de los activos rentables de la vieja Chrysler.
El accionariado de la nueva empresa estaría repartido entre el sindicato United Auto Workers (55%), Fiat (al menos 35%), el Gobierno de Estados Unidos (8%) y el de Canadá (2%)