¿En realidad el cártel del Golfo o el de los Zetas son los principales culpables y responsables de las desapariciones y secuestros de miles de ciudadanos entre mexicanos y extranjeros en Tamaulipas?
Aunque la desaparición, secuestro y rapto de personas no es exclusivo del “infierno” tamaulipeco, los cárteles y traficantes de personas operan a lo largo y ancho de México, eso sí, principalmente el negocio se centra en la frontera con Estados Unidos, en donde se libra diariamente una batalla por el control de la droga que va para con los gringos.
Lo anterior porque el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) liberó este lunes a 15 mexicanos que estaban secuestrados en una casa de seguridad en la ciudad de Nuevo Laredo, región frontera de la entidad.
Pero no sé qué es más vergonzoso, si anunciar esa flamante liberación de 5 poblanos, 3 residentes del estado de Chiapas; 2 más de Veracruz y 2 de Guerrero; mientras que de Jalisco, Tabasco y Tlaxcala fue identificado uno por cada estado, haciendo un total de 15 rescatados.
El grupo de plagiados integrado por 13 hombres y 2 mujeres estaba privado de su libertad en una vivienda de interés social ubicada en la colonia Nueva Era, específicamente sobre la calle Jesús González Bastién número 418 desde donde fueron rescatados por personal de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA).
Los liberados dijeron haber sido capturados por un grupo armado y llevaban varios días en cautiverio, pero lo más vergonzoso es que desde hace muchos años los delincuentes bajan de los camiones de pasajeros a cuanto ciudadano se les antoja sin que la autoridad haga algo para evitarlo y todo comenzó a darse a conocer en el 2010 cuando un grupo de 72 emigrantes fueron masacrados en San Fernando.
Apenas en septiembre de este año otro grupo de ciudadanos que viajaban a Coahuila y pasaron por Tamaulipas fueron obligados a descender del autobús luego de que salió de Nuevo Laredo. En primera instancia se dijo que habían sido 15 los secuestrados y la cifra bajo a cinco, finalmente estos como los 15 liberados de ayer y el mismo Alan Pulido, corrieron con mucha suerte, pero ¿cuándo va a ser el día en que el gobierno se haga cargo de la seguridad de los viajeros por Tamaulipas?
La situación podría recrudecerse si el efecto de repatriación que según pretende Donald Trump se valida, entonces Tamaulipas podría convertirse en un enorme cementerio.