Jesús Malverde es un personaje del folclore del Estado mexicano de Sinaloa que habrÃa sido salteador de caminos y es venerado como santo por muchos, aunque su existencia real está discutida. La Iglesia Católica no le reconoce estatus oficial de santo, porque afirma que no tiene datos concretos sobre su vida ni los milagros que habrÃa realizado, pero su culto se ha extendido por todo Sinaloa y fuera de él. Se le han levantado varias capillas: la originaria se halla en Culiacán; también las hay en Tijuana, Badiraguato y Chihuahua, en la carretera que lleva al aeropuerto. Incluso se han construido otras fuera de las fronteras de México, como en la ciudad colombiana de Cali y en Los Ãngeles, Estados Unidos.
Malverde es conocido como “El Bandido Generoso” o “El Ãngel de los Pobres”; también como “El Santo de los Narcos”. Era una especie de Robin Hood.
Los relatos sobre su vida son muy variados, y es imposible dilucidar qué aspectos son reales y cuáles son inventados.
De acuerdo con las creencias locales, Jesús Malverde fue un bandolero que operaba en los Altos de Culiacán. Asaltaba y robaba a hacendados y familias adineradas de la región, entre los que se encontraron los MartÃnez de Castro, los Redo, los De la Rocha o los Fernández: posteriormente repartÃa el botÃn entre la gente pobre. Se afirma que la muerte por hambre de sus padres, vÃctimas de los abusos de los terratenientes, fue lo que le movió a ello. Según la tradición, antes de hacerse al monte, Malverde podrÃa haber sido albañil u obrero en el tendido de vÃas férreas. Se supone que habrÃa trabajado en la obra del Ferrocarril Occidental de México y en el Ferrocarril Sud-PacÃfico, lÃnea que llegó a Culiacán desde el norte en el año 1905.
Sus asaltos a oligarcas hicieron que el entonces Gobernador del Estado, el general Francisco Cañedo, compadre de Porfirio DÃaz, ofreciera recompensa por su captura. Perseguido por las autoridades, Malverde habrÃa muerto el 3 de mayo de 1909. No existe acuerdo sobre la forma en la que murió: según algunas versiones fue aprehendido por la policÃa y ejecutado; también se cuenta que un compañero lo traicionó para cobrar el dinero ofrecido por el Gobierno. La narración más extendida es que recibió una herida de bala en un enfrentamiento con las fuerzas de la ley, que le produjo una gangrena. Malverde, sabiendo que no sobrevivirÃa y que la recompensa por su captura aumentaba, soportó mientras pudo antes de pedir a un amigo que lo entregara para recoger la recompensa y repartirla entre los pobres.
En torno a la figura de Malverde se ha desarrollado un culto sincrético que une creencias propias del catolicismo popular y otras que la Iglesia Católica considera supersticiones. Al no haber sido aceptada su santidad por la Iglesia, y siguiendo la ortodoxia católica, normalmente no se le denomina santo, sino “ánima”. Su figura ha ingresado en la religiosidad popular junto con figuras como San Judas Tadeo, la Virgen de Guadalupe, el Sagrado Corazón o la Santa Muerte, de los que se pueden también encontrar representaciones junto a las imágenes de Malverde. En general, el culto está fuertemente impregnado por los usos y costumbres del catolicismo, siendo un ejemplo de esto la celebración de novenas.
Desde el fallecimiento del bandido se forjó la reputación de una especie de Robin Hood que lo ha hecho popular entre la gente pobre de Sinaloa. Muchos solicitan su intercesión y se le han atribuido diversos milagros, curaciones y bendiciones, como devolver una vaca perdida a su dueño o la curación de un cáncer.
Tras su ejecución, hubo una proclama gubernamental prohibiendo la inhumación de los restos, quedando éstos a la intemperie y pendiendo de un mezquite a manera de escarmiento (según otras versiones, fue su cabeza la que se cortó y colocó en un árbol, a la vista de todos, como advertencia a sus partidarios). Con el paso del tiempo, los restos cayeron al suelo. Fue cuando los habitantes del viejo poblado de Culiacán comenzaron a arrojar piedras para proteger el cuerpo, pues aunque la restricción se aplicaba a un entierro en ningún lugar se prohibÃa “empedrar”; al colocar además cada persona una piedra por vez, nadie incumplÃa personalmente la prohibición. En la actualidad continúa la tradición de llevarle, además de flores o veladoras, piedras del lugar de origen de los devotos, como forma de rendir culto.
La acumulación de piedras creó un montÃculo que dio lugar a una tumba. Con la expansión de la ciudad de Culiacán, la tumba fue destruida y los huesos de Malverde trasladados a una capilla. El sepulcro de Malverde atrae a miles de devotos cada año. Muchos dejan velas u otros objetos asociados con sus vidas, y algunos pescadores dejan camarones en alcohol en agradecimiento por una buena pesca. Otras personas dejan fotografÃas de aquellos que necesitan ayuda. Cuando algún milagro tiene lugar, vuelven a agradecerlo a Malverde, a menudo dejado placas que lo conmemoran
A Malverde, al igual que a cualquier otro santo de influencia católica, se le atribuye especialización en el tipo de milagros que puede realizar, llamados advocaciones. La más conocida, por controversial, es la protección de las personas dedicadas a la producción o tráfico de drogas; sin embargo, no es la única. Tradicionalmente, sus devotos le atribuyen la protección de los emigrantes que cruzan irregularmente a Estados Unidos, función que comparte con Juan Soldado, asà como de sus familiares que quedan en México. Existen en las rutas más frecuentes de cruce de la frontera santuarios donde se han encontrado figuras de Malverde. Se le atribuye, asimismo, la protección de los pobres al enfrentar causas penales, por lo que en muchas zonas del paÃs se le relaciona con San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas.
Jesús Malverde, como se ha dicho, es conocido como “El Santo de los Narcos”. Supuestamente, en los años 70, el capo Julio Escalante ordenó matar a su hijo Raymundo por realizar negocios sin su conocimiento. Según se afirma, herido de bala y arrojado al mar, Raymundo suplicó a Malverde su ayuda y fue entonces salvado por un pescador. Desde ese momento, famosos narcotraficantes como Rafael Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Amado Carrillo Fuentes comenzaron a acudir a la capilla de Malverde. Algunos dÃas se pasan grupos musicales a las afueras de la capilla interpretando los conocidos “narco corridos” sin ningún motivo aparente, pero la verdad están haciendo tributo a Malverde, en agradecimiento porque se ha pasado droga al otro lado de la frontera con Estados Unidos.
Gilberto López AlanÃs, no obstante, considera que la vinculación de Malverde con el narcotráfico es una deformación del culto. También Jesús Manuel González, encargado de la capilla de Jesús Malverde en Sinaloa, rechaza esta conexión
Para muchos, la existencia de Malverde es real. ExistÃa una tradición que afirmaba que su verdadero nombre era Jesús Juárez Mazo, nacido el 24 de diciembre de 1870, y que “Malverde” era un apodo derivado de “el Mal Verde”, dado que realizaba sus asaltos entre la espesura verde del monte. Por otra parte, a finales de 2004, según Gilberto López AlanÃs, director del Archivo Histórico de Sinaloa, se encontró en los archivos del Registro Civil de Culiacán un acta de nacimiento de 1888 de un niño llamado Jesús Malverde, hijo de Guadalupe Malverde. El acta dirÃa lo siguiente:
“En Culiacán a 5 de marzo de 1888 el juez del estado civil de esta capital hace constar que el encargado del registro civil de esta capital de Paredones ha remitido a este Juzgado un acta del tenor siguiente:“
“En Paredones, a 15 de Enero de 1888, ante mi, Marcelino Zazueta, compareció el C. Cecilio Beltrán, mayor de edad, soltero, jornalero y de esta vecindad, y presentó un niño vivo, nacido en este lugar hoy a las 5 de la mañana, a quien se puso de nombre Jesús, hijo natural de Guadalupe Malverde, mayor de edad, soltera, y de este punto.Fueron testigos de este acto los CC. Cipriano y Tiburcio Espinoza, mayores de edad, solteros, jornaleros, y de este don.. la presente acta interesada exponente y testigos manifestaron su conformidad, ratificaron su contenido, no firmado, por no saber…“
Diversos investigadores afirman que, aunque pueda tener una base real, no existió un Jesús Malverde tal y como narra la leyenda. Ã?sta es la opinión expresada por la historiadora sinaloense Patricia Castro, para quien Malverde es un producto de un pueblo que rechaza la injusta división del trabajo y de sus beneficios. César Güemes afirma en su trabajo Jesús Malverde: de bandido generoso a santo laico, por el que obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando BenÃtez en el 2000, que se trata de un mito popular, parecido a otros sobre bandidos generosos
Jesús Malverde ha inspirado numerosas manifestaciones artÃsticas de todo tipo, que a su vez han contribuido a la expansión del culto. Esto es especialmente asà en relación con la música: existen mas de 56 canciones y corridos dedicados a él. Ã?scar Liera escribió una obra teatral inspirada en su figura, titulada El Jinete de la Divina Providencia y convertida en pelÃcula con el mismo tÃtulo.;[13] Manuel Esquivel, a su vez escribió una novela que aborda la biografÃa del personaje (Esquivel, Manuel; Jesús Malverde el santo popular de Sinaloa; editoral Jus, México, 2008, ISBN 968-607-412-010-3). Asà mismo, varios grupos norteños le han dedicado corridos. Tal es el caso de los Cadetes de Linares, asà como pelÃculas. Sus fieles no solo son narcotraficantes, sino también de familias pobres o de bandidos que, antes de realizar un asalto grande, se encomiendan, ya que lo conocen como el “angel de los pobres”. En México, cada vez son más fieles que se encomiendan a él y han levantado varios altares en su honor, como el ubicado en la colonia Doctores en México D.F., en donde varios años se levantó un altar a Malverde, un lugar que es considerado por la Secretaria de Seguridad Pública como un foco rojo
Me gustó la nota, está completa. Sólo quiero agregar que la gente en Culiacán cuenta que unos arrieros conducían varias mulas con oro y plata para entregarla en Culiacán y se les perdió una, entonces al pasar cerca del cadaver de Malverde le pidieron ayuda, diciendole que si aparecía la mula le iban a poner una piedra en su cadaver… y apareció.
Entonces la gente poco a poco le empezó a arrojar piedras por cada favor recibido hasta que se formó un montículo. Actualmente al pedir un favor en su capilla, se acostubra dejarle 2 o 3 piedras y tomar 1 o 2 de la capilla. También se dice que si un devoto promete hacer algo al recibir un favor y no cumple, entonces le cae encima la maldición de Malverde.