El escritor chino Liu Xiaobo, galardonado hoy con el Premio Nobel de la Paz y en prision desde 2008 por pedir reformas democraticas, es un molesto disidente para el Gobierno comunista de Pekin, que ha tratado, sin exito, de intimidar a la Academia sueca.
En los ultimos dias ha sido la propia dictablanda china, como el mismo Liu denomina al sistema, la que mas fama le ha dado al amenazar a la Academia de Oslo y al Gobierno noruego con graves consecuencias en sus relaciones bilaterales si deciden otorgar el viernes el galardon a este critico literario y politico.
Nacido en Changchun (Jilin) el 28 de diciembre de 1955, Liu es uno de los autores del manifiesto Carta 08, rubricado por otros 303 intelectuales y artistas de su pais en 2008, y que un ano despues le supuso una condena de once anos entre rejas.
En el documento, los todavia hoy acosados firmantes pedian al Gobierno de la segunda potencia economica que aplicara derechos recogidos en la Constitucion china, como la libertad de prensa y de expresion, el multipartidismo o la proteccion del medio ambiente.
El manifiesto, que hoy acumula 20 mil firmas, estaba inspirado en la Carta 77 que la oposicion de la extinta Checoslovaquia redacto en 1977 y contribuyo a la caida del regimen comunista en 1989.
Fue ese mismo ano cuando Liu abandono su estadia como profesor visitante en la Universidad de Columbia, en Nueva York, para encabezar la huelga de hambre en las protestas estudiantiles de la plaza de Tiananmen, en Pekin, que ese verano acabaron en masacre.
Aquella madrugada del 4 de junio de 1989, el y otros tres veteranos activistas salvaron cientos de vidas al negociar una salida pacifica de la plaza antes de que los carros blindados mataran a los centenares que se negaban a abandonar su protesta en las inmediaciones.
Quienes lo conocen de entonces aseguran que su caracter se suavizo y su lucha tomo un cariz pacifista y dialogante.
Tiananmen le valio una primera condena, de dos anos, y en 1996 llego la segunda, de tres, en un campo de reeducacion laboral (laogai) donde celebro su matrimonio con su segunda y actual esposa, la poetisa Liu Xia, cinco anos mas joven que el y que gracias al certificado podia visitar a su marido a menudo.
Ella cuenta que les une una amistad de decadas y su amor por la literatura, en concreto por Dostoievski y Kafka; y el definia asi su relacion en un mensaje escrito tras la sentencia de 2009:
Tu amor es la luz que atraviesa los muros y las rejas de la prision, acaricia cada pulgada de mi piel, calienta cada una de mis celulas, me permite mantener mi calma interior.
La misma calma interior que mostraba en 2007, cuando abandono la presidencia del Centro Chino PEN para la libertad de expresion y, en una entrevista anticipaba un futuro carcelario que se veia resignado a afrontar para proseguir con su lucha pacifica.
Una actitud similar a la del pacifista aleman Carl von Ossietzky, el otro presidiario galardonado con el premio de Oslo en 1935, cuando cumplia condena por alta traicion y espionaje.
Geir Lundestad, el director del Instituto Noruego Nobel y quien denuncio esta semana las presiones de la vicecanciller china Fu Ying para que el premio no vaya a parar a ninguno de los disidentes chinos nominados, sugirio en 2001 que tarde o temprano la pesadilla de Pekin se hara realidad.
Otros ganadores del galardon como el Dalai Lama, lider espiritual tibetano en el exilio, o Vaclav Havel, ex presidente checo e impulsor de la Carta 77, han expresado su apoyo a Liu, antiguo profesor de la Universidad Normal de Pekin, que espera la lectura del veredicto noruego en la Prision Jinzhou, en Liaoning.