Quiero pensar y lo digo en buen plan, quiero pensar que nuestra clase política no esta siendo sorda, sino populista.
Quiero pensar, que pasando el 5 de julio las mayores fuerzas políticas del país se sentaran en la próxima legislatura, para debatir una reforma fiscal profunda.
Quiero pensar que de hecho en estos momentos las dirigencias de Martínez, Paredes y Ortega están siendo instruidos en lo que una reforma fiscal profunda traería a México antes de sentarse y debatirla los tres.
Quiero pensar que es mentira lo que muchos dicen y yo mismo he repetido, que nuestra clase política no es la peor que pudiéramos tener, sino es la mejor a la que podemos aspirar; preocupados, comprometidos, anhelando el privilegio de servir a los mexicanos que les llevamos porque nos lo pidieron ellos, a donde están.
Porque si me equivoco, entonces estamos muy mal los ciudadanos, al permitir que no hagan nada, que no les importe, que no les interesamos, que cobren caro por no hacer nada y ni siquiera tengan idea de que es lo que ocurre en la economía mexicana.
Quiero pensar, que la democracia es el mejor sistema, ya que no tenemos otro.