Más de 200 alumnos israelíes a punto de incorporarse al ejército se comprometieron a negarse a obedecer toda orden de desmantelamiento de los asentamientos en Cisjordania, en una petición publicada el jueves en la prensa. “Nos negamos a obedecer toda orden que, según consideran nuestros rabinos, es contraria a la Tora porque la fidelidad a la Tora predomina sobre la relativa al ejército”, escriben estos jóvenes, alumnos de último curso en instituciones de corte nacionalista religioso.
Afirman que un desmantelamiento de las colonias “es contrario a la obligación religiosa de implantarse en toda la Tierra de Israel”, en referencia al término bíblico que designa la Tierra Prometida, que incluye a Israel y Cisjordania. La petición se enmarca en la campaña de protesta de los colonos religiosos por las sanciones tomadas por el ministro de Defensa, Ehud Barak, contra una Yeshiva (seminario talmúdico) que operaba en el ejército.
Barak retiró la escuela de “Har Braja”, instalada en la colonia del mismo nombre en Cisjordania, del programa de servicio militar adaptado especialmente para los religiosos. El ministerio tomó esta medida después de que unos soldados, apoyados por el rabino de la Yeshiva, afirmaron públicamente que se negarían a participar en eventuales operaciones de evacuación de las colonias judías en Cisjordania ocupada.
Los soldados en este tipo de establecimientos efectúan su servicio en el marco del programa “Yeshivot Hesder”, que les permite cumplir un servicio militar reducido al tiempo que prosiguen sus estudios religiosos. Existen unas sesenta instituciones de este tipo en Israel. El servicio militar es obligatorio en Israel, salvo para la minoría árabe. Es de tres años para los hombres y de dos para las mujeres.