Recuperación en V, en W, en U, en raíz cuadrada o en L: existen diferentes pronósticos sobre la forma que tomará la reactivación de la economía mundial, según se sea más o menos optimista. Lo que ya no se discute es el momento de la reactivación: se está produciendo.
“Hubo un desfallecimiento sincrónico de la economía mundial y ahora tenemos una recuperación sincrónica (…) Pero lo importante es saber hasta qué punto será duradera”, subraya Jay Bryson, economista de Wells Fargo Advisors. En consecuencia, para definir la forma que tomará la curva de crecimiento mundial en los próximos meses, los economistas se lanzaron a un debate sobre letras.
“Una recesión y una recuperación en forma de V es siempre la trayectoria más probable”, adelantó Michael Mussa, ex jefe de economistas del Fondo Monetario Internacional, que ya hacía esa apuesta hace seis meses. Mussa cita la ley de Zarnowitz, el célebre profesor de la universidad de Chicago, quien observa, estudiando los ciclos económicos en la Historia, que fuertes recuperaciones suceden a profundas recesiones. El ex economista del Fondo no ve en la crisis actual una diferencia fundamental con las precedentes.
Los partidarios de esta tesis se apoyan en la revisión al alza de los pronósticos de los bancos centrales para los próximos semestres, como el Banco Central Europeo, que el 3 de setiembre apostó a un crecimiento en zona euro en 2010 (+0,3%), o la Reserva Federal estadounidense, que el 15 de julio preveía de 2,1% a 3,35 de crecimiento para el año próximo. El círculo virtuoso así descrito, en el que las tasas de interés se mantienen bajas y alientan a los consumidores a reanudar sus gastos de consumo y las empresas sus inversiones, parece a algunos demasiado lineal e idealizado.
Otra de las posibilidades es la de la recuperación en raíz cuadrada: la economía recupera en un primer momento el terreno perdido durante la crisis y luego se agota. Liz Ann Sonders, directora de estrategia de inversión de la casa de corretajes Charles Schwab, cree en esta perspectiva, en la que luego de un período de crecimiento “hay un freno, no necesariamente en línea plana, pero es más difícil mantener el impulso”.
Esta teoría se basa en la del debilitamiento del potencial de crecimiento, pero se aplica más a los países ricos que al resto del planeta. Aún peor para esos países, algunos distinguen una recuperación en L, similar al crecimiento extremadamente lento que registra Japón desde hace unos 20 años. Pero en el correr de las semanas, esta tesis es cada vez menos popular.
Más compartida es la idea de la recuperación en U, en la que la crisis es seguida por una fase de estancamiento y debilidad económica, que retrasa la reactivación. El principal fundamento de esta tesis es que las pérdidas de empleos acumuladas en la crisis actual afectarán a la economía mundial durante un período prolongado.
“En 2001-2003 el mercado laboral continuó deteriorándose durante un año y medio después de que el PIB reanudara el crecimiento. Los tiempos difíciles podrían fácilmente durar más esta vez”, explicó a fines de agosto el premio Nobel de economía Paul Krugman, aludiendo a un “purgatorio económico”. Otro escenario doloroso es evocado por otros que aluden a una recuperación en W, o “reactivación de doble fondo”, según la expresión de uno de los economistas hecho célebre por la crisis, Nouriel Roubini. Antes partidario de la U, afirmó recientemente en una columna en el Financial Times, que ahora existe un “riesgo creciente” de una recuperación en W.
El segundo shock vendría entre otros factores de la enorme deuda pública en la que incurrieron los Estados para rescatar al sistema financiero, un petróleo caro y la persistencia de activos tóxicos (invendibles) en los balances de los bancos.