Reforma al sistema Judicial de México, ¿buena mala o mediocre?

De manera silente y lejos de los reflectores, en el congreso de la unión se esta dando una reforma al poder judicial de México.
La situación es así.
Desde hace más o menos dos décadas se busca que la procuración de justicia, tanto en el área de investigación como a lo que consta del área de juzgados y tribunales sea mejor en tiempo calidad y certibilidad.
De cerca de veinte millones de delitos cometidos al ano en el país, solo se denuncian de uno a uno y medio millones de delitos.
Dentro de las razones que se esgrimen de parte de la ciudadanía para no denunciar las violaciones a la ley, la mas recurrente es que la lentitud, la tardanza y el mal trato de las autoridades a los quejosos en el ministerio publico hace que uno desista.
Pondré un ejemplo.
Mi hermano una mañana al despertar se dio cuenta de que su auto ya no estaba, el vive en zona céntrica de la ciudad de México y su auto quedo en la calle fuera del edificio de departamentos donde habita.
Perdió dos días y en dos ocasiones la autoridad se negó en levantarle el acta ya que decía que no era esa la oficina que le correspondía para tal efecto� El caos, ya que son servidores públicos que están para asistirnos y auxiliarnos mas cuando tenemos un problema por el cual estamos acudiendo a la autoridad.
Este déficit de buena atención así como el constante trabajo que jueces y magistrados así como también ministerios públicos, debe estar en constante actualización por la vida misma de las leyes que no son estáticas más que en espíritu y se están continuamente mejorando, perfeccionando, adecuando para los tiempos actuales, etc. Es una labor titánica.
Y si sumamos que cada ano el poder judicial entra en una lucha a brazo partido con el congreso de la unión por un poco mas de presupuesto, pues caray ahora podemos entender porque siempre bonos regalías e incrementos hasta de dos veces al ano se dan los sin vergüenza de miembros de congreso de la unión frente siquiera del policía de la esquina o ministerio publico.
Hace unas semanas hable de un supuesto plan que se estaba fraguando para atacar la SIEDO en la ciudad de México por un comando fuertemente armado con el único fin de matar unos cuantos ministerios públicos federales que llevan, exactamente en la SIEDO, causas e investigaciones relacionadas al narcotráfico.
Los que aun son incorruptibles en estos niveles les planean la muerte y los que les tiembla la mano siquiera en estos asuntos renuncian y jamás llegan a dichas esferas.
¿Como puede tener México un sistema así?
Bueno, con la reforma judicial no se tocan salarios ni presupuesto o leyes pero si se habla de darle celeridad a los tramites en un primer paso en este sexenio de ir desahogando los pendientes de hasta dos y tres décadas.
Una de las cosas en esta reforma es la oralidad de ciertos juicios y que el desahogo de pruebas se dará única y exclusivamente ante el juez.
Antes las pruebas se iban presentando ante un secretario quien iba tomando nota y priorizando para que al juez le llegara como quien dice, la minuta� Ahora las pruebas van directamente al juez quien tiene los conocimientos para calificar, ponderar y rechazar de acuerdo a derecho (caray por algo llego a ese cargo, se acabaron los compadrazgos al menos en el 99% de los casos y es que no meto las manos al fuego por el poder judicial como para decir al 100%)� Otra de las virtudes de esta reforma aunque sea por encimita es que en caso de secuestro grabaciones telefónicas será posibles presentarlas como pruebas.
Esto deja abierta la posibilidad para que en reformas subsecuentes pueda evaluarse con carácter probatorio grabaciones como la de Mario Marín y Kamel Nacif en el caso de Lydia Cacho.
Se que se podrían cometer mil y un aberraciones legaloides con esto, pero las grabaciones comparadas y certificadas por peritos en casos como asociación delictuosa así como crimen organizado deberán ya estar en la mente de la reforma de esta reforma.
Necesitamos mucho, pero en verdad mucho, tenemos al menos la certibilidad de las leyes que dan maniobrabilidad a la gente en México, dígase inversionista o comerciante, ciudadano o político, rico o pobre; ahora lo que nos urge es eficientarlo y tenerlo en el olvido como ha venido ocurriendo con el país durante mucho tiempo.
Nos lo merecemos como mexicanos.