La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer por primera vez en la historia del paÃs un proyecto de ley que pretende establecer un sistema de salud casi universal.
Pese a la amplia mayorÃa de los demócratas en esa Cámara, el resultado fue muy ajustado, ya que el proyecto recibió 220 votos a favor, tan sólo dos más que los necesarios.
Votaron en contra 176 republicanos â??sólo uno lo apoyóâ??, asà como 39 demócratas de orientación moderada, la mayorÃa de distritos conservadores del sur del paÃs.
â??El proyecto está aprobadoâ?, dijo con una gran sonrisa la presidenta de la Cámara baja, Nancy Pelosi, tras anunciar el resultado, entre los aplausos y gritos de júbilo de los demócratas.
Para Obama, el resultado es una victoria muy importante, pues se ha marcado como una de la prioridades de su presidencia la aprobación de la reforma del sistema de salud con la que soñaron sus predecesores demócratas en el cargo, pero nunca lograron.
La votación tuvo lugar tras 14 horas de una sesión extraordinaria.
La pelota pasa ahora al Senado, que tendrá que aprobar su propia versión de la reforma. Posteriormente, ambos textos deberán ser armonizados y las dos cámaras deberán pronunciarse sobre el documento final.
La propuesta, de casi dos mil páginas, prevé extender la cobertura a 36 millones de estadunidenses sin seguro de salud, de los más de 46 millones que carecÃan de él en 2008, según los últimos datos de la Oficina del Censo.
Eso significa que si el proyecto llega a convertirse en ley, el 96 por ciento de los estadunidenses tendrán cuidado médico asegurado, una cifra no alcanzada nunca.
Los ciudadanos estarÃan obligados a pagar las mensualidades a aseguradoras privadas o a un plan público, con la ayuda de subsidios, so pena de multas.
El plan prohÃbe además a las aseguradoras privadas negarse a extender una nueva póliza a personas que sufren alguna enfermedad, algo que hacen actualmente y que es un desastre para muchos estadunidenses que contraen una dolencia grave cuando están sin seguro.
El sistema conlleva un costo de 1.1 billones de dólares durante diez años, pero los demócratas mantienen que ese gasto serán totalmente compensado con una subida de impuestos a los ricos, la reducción de algunas exenciones fiscales para grandes empresas y una tasa sobre los aparatos médicos.
Obama acudió ayer al Capitolio para reunirse con los demócratas, a quienes recordó que una oportunidad como esa sólo llega quizá una vez en una generación.
Es un sentimiento del que se hizo eco Pelosi, quien durante el debate afirmó que con este voto harán historia.
Los republicanos reiteraron su oposición al proyecto por su costo y porque supone una ampliación del alcance de la mano pública en la economÃa.
El legislador Charles Boustany sacó a colación que es cardiólogo para decir con autoridad que el proyecto supone la toma de control, equivocada e irresponsable, del cuidado médico por parte del gobiernoâ?