Es sin duda el problema del crimen organizado, algo más que sencillamente gente armada que se dedican realizar ilÃcitos en el paÃs, coludidos con autoridades y otras mafias fuera de nuestras fronteras.
Hay, una serie de factores sociales que debemos ver para que el combate al narcotráfico, principalmente, sea efectivo y veraz a todos los niveles de la sociedad mexicana.
Uno de estos punto, lo acaba de señalar reconoció el presidente del Tribunal Superior Agrario (TSA), Ricardo GarcÃa VillalobosÃ? quien nos muestra una radiografÃa obtenida de un análisis al agro mexicano.
En sus propias palabras recogidas por diversos medios de comunicación, muestra que ÃEl empobrecimiento del campo mexicano y la falta de programas adecuados para los productores ha causado que al menos 30 por ciento de la tierra cultivable esté en manos de narcotraficantesî.
Una declaración bárbara y aballasadora puesto que en México se ha calculado que la superficie cultivable es de unos 30 millones hectáreas, por lo que el 30 por ciento son poco más de nueve millones.
Y si nos ponemos a hacer cuentas, este dato es comparado a la cifra de hectáreas sembrada de maÃz, en el ultimo año, que es de mas o menos unos 8.3 a 8.6 millones de hectáreas.
DÃganme si esto no esta terrible.
Y es que el problema del agro muchas veces se refleja cuando los campesinos más pobres reciben de los narcotraficantes semillas y les garantizan el pago haya o no producción, cuestión que ellos no entienden mas que les darán dinero para sus familias coman asà que, lo que aceptan, pues generalmente se encuentran en pobreza absoluta.
¿Cuál es la pobreza absoluta en el agro mexicano? Ok, personas que ni siquiera llegan al dólar y medio de recursos al dÃa para subsistir, ya no digamos salario mÃnimo (en México unos 4.6 dólares al dÃa por jornada laboral de 8 horas), por lo cual el que llegue una persona dando semillas que es la materia prima de lo que sembrara y con la consigna de que les pagaran la cosecha se logre o no, es un garbanzo de a libra.
Y si pensamos, que estas cuestiones se dan en zonas de difÃcil acceso para evitar que lleguen las fuerzas federales a destruir los plantÃos, pues los mismos campesinos que habitan en dichas regiones (zonas de alta montaña o sierra principalmente) pues bueno, sabremos que hablamos de gente totalmente marginada.
Este grado de marginación, se ve también reflejado en que los carteles de ciertas zonas tengan a muchos indÃgenas en sus filas, puesto que al no saber bien a bien que están cometiendo un ilÃcito por ignorancia, al sembrar estupefacientes para narcotraficantes y, las fuerzas del orden al darse cuenta de los que los campesinos fueron utilizados solo destruyen la siembra, sin llevarse a quienes lo sembraron, creando una confusión y dejando en la mente del campesino que el ejercito es malo, el gobierno es malo, los narcotraficantes no son TAN malos al compartir sus recursos se haga o no la siembra, se crea una guardia blanca (grupo de sicarios) donde indÃgenas cuidan, exactamente, la siembra que les fue encargada.
Ha sido ya un pensamiento global que ha estado introduciéndose en la mente de estos campesinos indÃgenas en el último lustro.
¿Conclusión?
Este tipo de cuestiones no deben ser olvidadas aunque el frente al combate al narcotráfico se abra mas, puesto que en diversos frentes se ve hay que ir haciendo labor de educación, de información, de combate a la mafia organizada e ir mejorando la situación de dichas personas que son las mas vulnerables que hay en el paÃs ante las garras del crimen organizado
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