Republicanos intentan aprovechar ausencia de Trump en debate. Ausente Donald Trump, los precandidatos republicanos a la Casa Blanca se mostraron tensos para intentar sacar provecho de una oportunidad única para salir de la sombra del principal aspirante a la nominación en un debate el jueves por la noche – una discusión pesada y centrada en políticas que mostró lo que podría haber sido la carrera presidencial del Partido Republicano sin la presencia del impredecible empresario.
Con todo, los candidatos no pudieron evitar hacer chanzas a costa de Trump, que boicoteó el último debate antes de la votación de Iowa, que el lunes marcará el inicio de las primarias y la carrera electoral de 2016.
“Soy un loco y todo el mundo en este escenario es estúpido, gordo y feo”, dijo el senador por Texas Ted Cruz, que compite con Trump por la victoria en Iowa. Cruz dio entonces las gracias a los demás candidatos por mostrar respeto hacia los votantes de Iowa al asistir a la cita.
El ex gobernador de Florida Jeb Bush, banco habitual de las críticas de Trump, dijo con una sonrisa irónica: “Echo de menos a Donald Trump; era un oso de peluche para mí”.
Pero Trump no se quedó quieto e hizo la competencia a sus rivales programando un acto de campaña en Des Moines, un evento en el que, según dijo, recaudó seis millones de dólares para veteranos del ejército.
“Cuando te tratan mal, tienes que dar la cara por tus derechos”, dijo Trump al explicar por qué faltó al debate, ya que siente que la televisora Fox News le había tratado injustamente. Ampliando su argumento, dijo: “Tenemos que dar la cara por nosotros mismos como personas y tenemos que defender a nuestro país si estamos siendo maltratados”.
La ausencia de Trump puso el centro de atención sobre Cruz además de sobre el senador de Florida Marco Rubio, que necesita un buen resultado en Iowa para mantenerse entre los candidatos con más posibilidades para la nominación.
Los dos senadores enfrentaron videos que sugerían que habían cambiado sus posiciones sobre inmigración, uno de los temas más polémicos entre los republicanos. Aunque los dos insistieron en que era su rival quien había cambiado de opinión, ambos negaron modificaciones en sus puntos de vista para permitir que personas que están en el país de forma ilegal se queden.
Cruz acusó a Rubio de tomar una decisión “políticamente ventajosa” al apoyar una propuesta del Senado en 2013 que incluía una vía para otorgar la ciudadanía, mientras que el senador por Florida señaló que su rival estaba “dispuesto a decir o hacer cualquier cosa para lograr votos”.
“Esta es la mentira sobre la que está construida la campaña de Ted”, dijo Rubio. “La de que él es el más conservador”.
En un momento extraño dentro del debate, Bush se posicionó claramente del lado de Cruz al acusar a Rubio de haber abandonado el proyecto de ley de inmigración en el Senado porque “no era popular entre los conservadores”, explicó.
Cruz estuvo en el punto de mira por su posición sobre los subsidios al etanol que apoyan la poderosa industria del maíz de Iowa – una postura considerada políticamente insostenible para los candidatos presidenciales en el estado. El senador por Texas dijo que su posición era un intento por evitar que el gobierno elija entre ganadores y perdedores en términos económicos.
Con la esperanza de alcanzar la Casa Blanca en mente, los precandidatos se esforzaron para presentarse como el más capacitado para ejercer de comandante en jefe y ocuparse de las amenazas terroristas.
Rubio mostró una posición agresiva, prometiendo que, en el caso de salir elegido presidente, perseguirá a los terroristas “dondequiera que estén. Y si los atrapamos vivos, van a ir a Guantánamo”. Rubio se mantuvo fiel a sus llamados anteriores para cerrar mezquitas en Estados Unidos si hay indicios de que están siendo utilizadas para la radicalización de terroristas.
El senador por Kentucky Rand Paul – que regresó a la terna de principales aspirantes tras ser relegado a un evento secundario por sus malos datos en encuestas a principios de mes – realizó una advertencia en contra del cierre de los centros religiosos musulmanes. Partidario de una política exterior más aislacionista, Paul también planteó dudas sobre la implicación militar de Estados Unidos en Siria, bastión del grupo extremista Estado Islámico.
Los candidatos centraron además buena parte de sus ataques más duros contra la principal favorita para la nominación demócrata, Hillary Clinton.
“No está calificada para ser presidenta de Estados Unidos”, dijo el gobernador de New Jersey, Chris Christie.