Irán puso en acción una unidad especial de la policía para retirar sitios de internet por su contenido político y perseguir a aquellos acusados de divulgar mentiras, según reportes presentados el sábado en medios iraníes. La medida parece claramente destinada a exterminar los últimos recursos que le quedan a la oposición para mantener con vida su campaña de resistencia tras las elecciones presidenciales del 3 de junio.
Muchos sitios de internet de la oposición ya han sido censurados, pero la activación de la nueva unidad especializada, que rendirá informes a la oficina del fiscal, muestra una intención de dar un golpe más artero a un movimiento que se niega a aceptar al presidente Mahmoud Ahmadinejad. “Las autoridades saben que la internet es uno de los pocos canales para que la oposición haga que su voz sea escuchada.
Ellos quieren silenciar las voces de la oposición”, dijo el periodista reformista Akbar Montajabi, que describió la medida como la más reciente serie de restricciones impuestas a los medios en el país. Irán también continuó el sábado con otro elemento característico en su batalla contra la oposición al sentenciar a un estudiante activista a ocho años en prisión según el sitio de internet reformista Mowjcamp.
Más de 100 activistas y algunas figuras importantes a favor de la transición política han sido enjuiciados desde agosto por cargos relacionados con su participación en marchas y el complot para derrocar a los gobernantes religiosos del país.
El movimiento de protesta se realizó masivamente en las calles durante junio y julio para apoyar las afirmaciones de que el líder de oposición, Hossein Mousavi era el verdadero ganador de las elecciones plagadas de fraudes. Pero este tipo de protestas fueron anuladas con redadas severas de las fuerzas de seguridad; mientras que las restricciones a los medios de comunicación impidieron que los reporteros presenciaran las escenas en las calles y los enjuiciamientos masivos de las figuras de oposición que han dejado al movimiento sin sus líderes.
Sin embargo, la presencia de los activistas en internet mantuvo la atención en las medidas represivas semanas después de las elecciones y los usuarios de la red mantenían actualizadas sus páginas minuto a minuto en sitios de videos o de redes sociales como Twitter y Facebook.
Fue así como se conoció uno de los momentos más duros del desarrollo de las protestas, cuando varios teléfonos celulares registraron para la posteridad la muerte de la estudiante Neda Agha Soltan, de 27 años, a la que asesinaron a tiros no muy lejos de donde se realizaba una manifestación en Teherán. Las imágenes fueron vistas por millones de personas en internet y la convirtieron en un símbolo de la oposición.
El coronel de la policía Mehrdad Omidi dirige la así llamada unidad de crímenes de internet, dijo en una conferencia de prensa que la nueva comisión perseguirá “los insultos y la divulgación de mentiras”, los términos que suelen usarse por las autoridades para describir las actividades de la oposición.