Líderes demócratas y republicanos del Congreso presentaron este jueves una medida bipartidista que, de aprobarse, retirará la ciudadanía estadounidense a personas vinculadas con grupos terroristas o que luchan contra Estados Unidos.
El senador independiente Joe Lieberman presentó el proyecto de ley durante una rueda de prensa en la que explicó que “ser ciudadano estadounidense significa algo” y quien traiciona a Estados Unidos al tomar las armas en su contra “renuncia a su derecho de ser un ciudadano estadounidense” .
El “Acta para la Expatriación de Terroristas”, secundada por el senador Scott Brown y los legisladores Jason Altmire y Charlie Dent de la Cámara de Representantes, permitiría que el Departamento de Estado retire la ciudadanía a estadounidenses capturados en el exterior y que tienen lazos con grupos terroristas.
Los detenidos también podrían ser procesados en un tribunal militar, según la iniciativa que busca ampliar y modernizar una ley federal de 1940 que estipula las categorías de actos sujetos a la “expatriación” .
La legislación, de todas maneras, no tiene carácter retroactivo por lo que, aún si la aprueban ambas cámaras del Congreso, ésta no aplicaría en el caso contra Faisal Shahzad, el paquistaní naturalizado estadounidense acusado por el fallido atentado en Times Square el sábado pasado.
La secretaria de Estado de EU, Hillary Clinton, explicó que su agencia ya tiene autoridad para expatriar a personas involucradas en actos terroristas pero se aplica principalmente a quienes “declaran algún tipo de alianza a un Estado extranjero” .
“Creo que como ya tenemos esta autoridad y se ha utilizado en el pasado, tendremos que evaluar cuidadosamente (la iniciativa)” , agregó Clinton, quien recordó que la ciudadanía estadounidense “es un privilegio, no un derecho” .
Clinton hizo esas declaraciones tras una reunión con el primer ministro de Lituania, Andrius Kubilius.
Según explicaron los partidarios de la medida, el objetivo es impedir que los terroristas utilicen sus pasaportes para reingresar a suelo estadounidense.
Sin embargo, la medida también ha generado escepticismo entre algunos legisladores y grupos defensores de los derechos civiles.
El senador demócrata por Illinois, Richard Durbin, dijo a la cadena Fox News que la medida “va demasiado lejos” y que “hay maneras de resguardar la seguridad sin abandonar algunos de los principios más fundamentales” de la nación.
“Retirar la ciudadanía de alguien sin algún tipo de proceso judicial me parece un pasado demasiado lejos” , explicó Durbin.
El senador republicano Lindsey Graham considera que esta medida eliminaría la posibilidad de que el Gobierno estadounidense procese a un estadounidense por cargos de traición.
“No quiero que se elimine de la mesa la capacidad de acusar a alguien de traición, a un ciudadano estadounidense que esté ayudando a Al Qaida o a los talibanes” , precisó Graham.
Mientras, Laura Murphy, directora de la oficina legal de Washington de la Unión de Libertades Civiles de EU (ACLU) , dijo en un comunicado que la legislación presentada hoy “es anticonstitucional e ineficaz” .
La iniciativa, según la experta, es especialmente “atroz” porque se basaría en sospechas y “en la determinación potencialmente errónea” que hagan las autoridades del Departamento de Estado sobre la culpabilidad de las personas.
“Este proyecto de ley pone de cabeza toda la noción del debido proceso” judicial en Estados Unidos, agregó Murphy.
Según un dictamen del Tribunal Supremo de EU, aunque algunos actos pueden fundamentar la revocación de la ciudadanía estadounidense, la única forma de que un estadounidense pierda su ciudadanía es si renuncia a ella expresamente