El gobernador de Florida Rick Scott anunció que planea demandar al gobierno del Presidente Barack Obama por intentar presionar al estado para expandir el programa de Medicaid, el cual otorga ayudas de salud a personas y familias de bajos recursos.
El dirigente Republicano dijo que los centros federales para los servicios de Medicare y Medicaid han amenazado con retirar la inversión vital de 2.100 millones de dólares para el financiamiento de los programas para personas de bajos recursos, en un esfuerzo por presionarlo para que acepte la expansión de Medicaid de la reforma sanitaria conocida como ‘Obamacare’. Scott alega que la decisión de la Corte Suprema indica que el Presidente no puede forzar a los estados a expandir el programa.
“De hecho, la corte sentenció que el presidente no podía usar tácticas de ‘arma a la cabeza’ al impulsar la expansión de Medicaid”, dijo el gobernador en un documento escrito, citando la decisión de la Corte Suprema de 2012. Scott indica que el presidente no sólo está violando la ley sino amenazando el acceso de familias pobres a la red de seguridad de los servicios de salud que necesitan.
El Centro para Servicios de Medicaid envió una carta a funcionarios del gobierno regional en la que se hizo una conexión directa entre el financiamiento de programas de salud a familias de bajos recursos con la expansión de Medicaid. El programa, que paga a las clínicas los costos de los servicios a familias de bajos ingresos, expira el 30 de junio. Scott ha intentado negociar una renovación del programa y los 2.100 millones de dólares que entrega a hospitales del estado.
La Casa Blanca ha criticado al gobernador por poner la política por delante del amplio número de personas de bajos recursos que dicen se beneficiarían con la expansión de Medicaid. “Es difícil explicar por qué alguien pensaría que su situación política y su interés político es de alguna manera más importante que la vida y la salud de 800.000 personas para quienes deben gobernar”, dijo el portavoz de la presidencia Josh Earnest.