Nunca se supo si Rihanna estaba con Argentina o con el ahora campeón Alemania, de lo que sí quedó constancia es que en su viaje a Río de Janeiro para la final del Mundial lo que sí hubo fue un bikini, mucha cerveza y algo de futbol.
La cantante barbadense se dejó ver por las playas de Río de Janeiro, como una suerte de postmoderna y salvaje garota de Ipanema que aprovechó la invitación de una importante marca de cerveza para divertirse como sólo ella sabe e incluso al estar en la final en el estadio Maracaná festejó el gol germánico del mediocampista teutón Mario Götze levantándose su blusa y mostrando su brasier.