Rodrigo Medina de la Cruz, gobernador de Nuevo León, no sabe leer los tiempos, ésos que tan bien se le dan a César Camacho Quiroz gracias a sus relojes. Así que ya casi para terminar su mandato y despues de un sexenio bastante complicado para Rodrigo Medina y todo Nuevo León, parece que se quiere ir de la silla de gobernador con la cola entre las patas dirian por ahi, ya que el PRI en Ciudad de México y en los Pinos esta molesto puesto que no tiene ni clase politica, ni obediencia ni tacto ni nada y eso a Rodrigo Medina le afectara para el futuro.
No sólo en el CEN del PRI se tomó como un desafío que el aún gobernador Rodrigo Medina pretenda imponer a Federico Vargas o a Adrián de la Garza como el abanderado a sucederlo en el cargo, parece una afrenta ya que los tiempos y los candidatos ya son de nueva cuenta palomeados desde el CEN del PRI en avenida Insurgentes centro en la Ciudad de México, sino tambien parece que el propio Rodrigo Medina no aprendio nada de oficio politico en estos seis años en el poder.
El PRI está aturdido.
Debe entender Rodrigo Medina que la decisión no le corresponde a él. Le corresponde al consejo politico del CEN del PRI y por ello se ve a una candidata en el futuro de NUevo Leon aunque el propio Rodrigo Medina no quiera.
Y lo peor, en Los Pinos su propuesta de incluir a sus amigos entre los aspirantes no sólo fue vista como una descortesía al presidente Enrique Peña Nieto, sino una abierta provocación. Ya que el presidente es quien esta palomeando los candidatos de cara a la segunda mitad de su sexenio y Nuevo Leon quiere ser recuperado por el PAN quien es muy probable que vaya en coalicion con el PRD.
Rodrigo Medina tropezó con sus propias agujetas. Y la cara le quedó sucia.