Rusia festeja muerte de líder opositor Boris Nemtsov. Varios miles de personas iniciaron una marcha en Moscú en memoria del líder opositor ruso asesinado Boris Nemtsov con motivo del primer aniversario de su muerte.
Nemtsov fue baleado a última hora de la noche cuando caminaba junto a un acompañante por un puente próximo al Kremlin. Un acto de tal gravedad tan cerca del centro de poder ruso asustó y enfadó a los partidarios de la asediada oposición.
El opositor, que fue primer ministro durante la presidencia de Boris Yeltsin, era una figura carismática y criticaba con vehemencia al actual mandatario, Vladimir Putin.
“Era la encarnación de la libertad y el valor, era un modelo para mí”, dijo una de las asistentes a la marcha, Kamala Igamberdiyeva, una contable de 26 años. “Todavía tenemos una oportunidad si la oposición muestra su sabiduría y se une”.
En la década y media de Putin en el poder, los grupos de la oposición se han visto sometidos a una intensa presión, criticados por funcionarios y medios controlados por el estado por ser peones de Occidente. Los permisos para celebrar actos suelen ser denegados.
Muchos seguidores de la oposición apuntan que aunque Putin no haya tenido una implicación directa en el asesinato de Nemtsov, es el responsable por fomentar un autoritarismo agresivo.
“La muerte de Nemtsov fue el resultado de una atmosfera de odio en nuestro país”, dijo Pavel Movshovich, de 78 años, que también se manifestó el sábado por las calles de la capital rusa.
La policía detuvo a cinco sospechosos en relación con el asesinato, todos ellos chechenos. El presunto autor material de los hechos era agente de las fuerzas de seguridad del líder checheno, Ramzan Kadyrov, que cuenta con el respaldo de Moscú.
Las autoridades moscovitas denegaron los permisos para que la marcha del sábado llegara al puente, pero permitieron otro recorrido por el centro de la ciudad.
El sábado por la mañana, el embajador de Estados Unidos, John Tefft, depositó una corona en el puente y expresó su esperanza de que “algún día todos los sueños que tenía Boris Nemtsov se hagan realidad en Rusia”.