La Procuraduría General de la República (PGR) encontró el chip de identificación y localización que le fue implantado a Diego Fernández de Cevallos en 2004.
El chip fue hallado en un radio de 40 kilómetros a partir del rancho La Cabaña. La ubicación del dispositivo se realizó con ayuda de un avión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), equipado con radares con un alcance de más de 400 kilómetros.
Peritajes de la PGR determinaron que el mismo 14 de mayo, día del secuestro, a Diego Fernández de Cevallos le fue extraído el chip de localización que le fue implantado cuando se desempeñaba como senador de la República.
Para el retiro del dispositivo, sus captores presuntamente utilizaron unas tijeras que sustrajeron de su estuche personal con el que arreglaba y recortaba su barba.
La Sedena rastreó el 15 de mayo el chip con una aeronave Embraer, de fabricación brasileña, por la entidad queretana y los estados circunvecinos.
Por medio de esta aeronave EMB-145 se fijó la zona de búsqueda, lo que permitió a la empresa con tecnología satelital, a través del Sistema de Posicionamiento Global (GPS, por sus siglas en inglés) ubicar el chip de localización del ex senador de la República Diego Fernández de Cevallos.
La hora de la desaparición del ex senador se establece a las 23:30 horas del viernes 14 de mayo de este año. Los peritos sostienen que la sangre, 300 mililitros aproximadamente, provenía de una herida realizada con un arma punzocortante debido a que las tijeras y el chip contenían el mismo tipo de sangre del abogado panista, por lo que no fue necesario practicar un estudio de ADN.
Las pruebas periciales establecen que esa herida fue provocada por sus captores para extraer el dispositivo de identificación y evitar de esta manera su localización.
Los peritajes precisan que en el secuestro intervinieron seis personas y que el chip, un dispositivo semejante en forma y tamaño a un grano de arroz, que le fue implantado al panista para su identificación en caso de secuestro, fue encontrado en 40 kilómetros a la redonda de donde fue encontrada su camioneta.
De los seis participantes se establece que cuatro de ellos lo sometieron, mientras que otro permaneció como conductor de la unidad donde fue llevado, mientras que otra persona mantuvo vigilancia permanente a las afueras del rancho mientras se cometía el ilícito.
Las huellas dactilares encontradas en la camioneta y la puerta de la casa del panista no están registradas en las bases de datos de identificación criminalística de las autoridades federales, ni de las procuradurías del país.
También se pidió colaboración a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, (DEA, por sus siglas en inglés) quien tampoco encontró en sus registros las huellas halladas en la casa de Fernández de Cevallos.
En la mecánica del secuestro, los peritajes indican que el panista fue empujado y golpeado contra una pared de la entrada de su casa, y que les tomó de 15 a 20 minutos a sus captores ejecutar el ilícito
Esas y otras pruebas periciales que ha realizado fundamentalmente la PGR no han sido entregadas a ningún ministerio público ni federal ni de la Procuraduría de Justicia de Querétaro, al estar detenidas todas las investigaciones respecto de la desaparición de Diego Fernández de Cevallos .
La Procuraduría de Querétaro sigue con la indagatoria abierto SC/31/2010 ; sin embargo, esta no tiene ningún avance debido a que el gobierno federal ha detenido cualquier pesquisa para que la familia pueda negociar con los captores. Se identifica a el ex procurador General de la República Antonio Lozano Gracia como el negociador e interlocutor de la familia del abogado panista.
Hasta el cierre de esta edición se siguen estableciendo cinco líneas de investigación en torno a su secuestro: por motivos económicos, por venganza profesional o personal, por crimen organizado, por motivos de interés político y por organizaciones guerrilleras o subversivas