Un sacerdote que había realizado en los últimos años varias denuncias contra organizaciones vinculadas con la venta de drogas en la provincia argentina de Tucumán (norte) fue hallado muerto en circunstancias que aún se investigan.
Según informaron fuentes policiales, Juan Viroche, en promedio de 45 años de edad, apareció ahorcado en la iglesia donde se desempeñaba como párroco, Nuestra Señora del Valle, de La Florida, unos 70 kilómetros al este de San Miguel de Tucumán, la capital provincial.
Una mujer que se encargaba de las tareas de limpieza del templo fue la que realizó el aviso a la policía de la localidad.
Por el momento, se desconocen las circunstancias en torno a la muerte y aguardan los resultados de la autopsia.
El Arzobispado de Tucumán confirmó en un comunicado con “dolor” la muerte del sacerdote.
El padre Juan fue encontrado muerto en circunstancias que se están investigando. La Justicia está actuando y ha ordenado la autopsia a fin de determinar con claridad las causas de su muerte”, indicó el Arzobispado.
La Iglesia de Tucumán dijo que espera “un pronto esclarecimiento del hecho” y que confía en la acción de la Justicia, con la que aseguró que colaborará.
Al tiempo que acompañamos a su familia y a los fieles de la parroquia en su dolor por la pérdida de su pastor, encomendamos al Padre Juan Viroche a la misericordia de Dios para que el Señor lo reciba en el cielo”, añade el comunicado.
Según la agencia estatal de noticias Télam, Viroche había recibido amenazas a causa de sus constantes denuncias contra bandas dedicadas a la venta de drogas desde hace algunos años.
Además, solía pedir en sus misas que todos colaboraran para tener un pueblo sin drogas ni robos.