â??Y de pronto, estando a la mitad de la cena, siento que alguien me toca el hombro. Yo volteo y me encuentro a un personaje siniestro atrás de mÃâ?¦â?
Se equivoca si cree que el relato salió de Cuentos de Ultratumba. Es la voz del senador Carlos Navarrete narrando a la periodista Carmen Aristegui â??el tenebroso dÃaâ? en que se encontró a Carlos Salinas de Gortari.
â??Y el tipo me plantea: â??Señor senador, los polÃticos siempre deben dialogar. Le pido por favor que me acepte una entrevista con el señor gobernador Enrique Peña Nietoâ??â?.
¿Y por qué el susto de Navarrete? Estaba en la boda de la hija del senador priÃsta Manlio Fabio Beltrones.
DepartÃa alegremente en una mesa con los senadores priÃstas Jesús Murillo Karam, Francisco Labastida y MarÃa de los Ãngeles Moreno. Se le acercó un priÃsta, Salinas de Gortari.
Y le planteó una reunión con otro priÃsta: Peña Nieto. Lo más fácil para él, de nervios frágiles, serÃa que no se metiera a la Casa del Horror y se mantuviera lejos: en el PRD, su Castillo de la Pureza