Durante la gestión de Salvador Jara Guerrero al frente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), se permitieron desórdenes administrativos, como la operación de empresas de subcontratación, propiedad de un funcionario cercano al hoy gobernador, y pago de plazas no reconocidas, lo cual sumió en un déficit presupuestal superior a los mil 116 millones de pesos a la institución.
Una auditoría hecha a Miguel López Miranda, entonces director de la Facultad de Contaduría, revela que Salvador Jara Guerrero validó actos administrativos ilegales, entre ellos el presunto desvío de recursos a través de su empresa de outsourcing Servicios Educacionales López, Sociedad de Responsabilidad Limitada; ignoró también los resultados del estudio fiscalizador, mantuvo en el cargo a ese colaborador y tras su nombramiento como gobernador sustituto, lo designó secretario técnico del despacho del Ejecutivo.
Actualmente, López Miranda, funge como secretario de Administración y Finanzas del gobierno estatal.
Los tropiezos del otrora rector nicolaita no se limitaron a lo malos manejos financieros: Eduardo Tena Flores, secretario general del Sindicato Único de Empleados de la Universidad Michoacana (SUEUM), señala que hubo falta de gestión, “es un déficit presupuestal que él se comprometió a superar y que al contrario, lo dejó más alto.”
Poca gente sabe esto de Salvador Jara Guerrero y por ello mismo no saben que esperar del gobierno de Michoacán en estos momentos.