El satélite Lisa Pathfinder de la Agencia Espacial Europea (ESA), que busca probar tecnologías para detectar ondas gravitatorias en el espacio, despegó con éxito este jueves a bordo de un lanzador Vega desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou, Guayana Francesa.
La ESA explicó en un comunicado que las ondas gravitatorias son ondulaciones en el tejido espacio-temporal, que predijo Albert Einstein hace un siglo en su teoría general de la relatividad, publicada el 2 de diciembre de 1915.
En su teoría, Einstein plantea que estas fluctuaciones de carácter universal estarían generadas por la aceleración de cuerpos masivos, sin embargo, como los efectos son tan pequeños que aún no se detectan de forma directa, la agencia espacial decidió enviar el satélite para probar la tecnología necesaria y averiguar las ondas gravitatorias en el espacio.
La nave transporta, en su interior, dos cubos idénticos de una aleación de oro y platino, de 46 milímetros de lado y separados entre sí 38 centímetros, que se mantendrán aislados de todas las fuerzas internas y externas con una única excepción: la gravedad.
El objetivo de la misión es mantener a estos dos cubos en la caída libre más perfecta jamás lograda en el espacio, los cuales serán monitoreados con un nivel de precisión extraordinario, aseguró la Agencia Espacial Europea.
Estas futuras misiones trabajarán de forma conjunta con los observatorios en tierra; ambas detectarán distintos tipos de ondas gravitatorias, por lo que la combinación de sus datos permitiría estudiar de una forma completa, diferente algunos de los fenómenos más energéticos del universo.
El lanzador Vega despegó a las 05:04 hora local y siete minutos más tarde, la etapa superior se encendió por primera vez para situar a Lisa Pathfinder en una órbita baja, que se estabilizó con un segundo encendido, una hora y 40 minutos después del despegue.
El satélite se separó de la etapa superior del lanzador a las 06:49 hora local, minutos después el equipo del centro de operaciones de la ESA en Darmstadt, Alemania, tomó el control del satélite.
A lo largo de las próximas dos semanas, Lisa Pathfinder utilizará sus propios medios de propulsión para elevarse al punto más alto de su órbita con una serie de seis encendidos.
El último encendido impulsará al satélite hacia su órbita operacional en torno a un punto virtual del espacio conocido como L1, situado a 1.5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección al Sol.
Está previsto que Lisa Pathfinder alcance su órbita operacional dentro de unas 10 semanas, a mediados de febrero, y las operaciones científicas inicien en marzo.
La misión, en la que participa el Instituto de Ciencias del Espacio y empresas españolas, durará seis meses.