La Junta de Gobernadores del OIEA autorizó hoy el proyecto para crear en Rusia un banco multilateral de uranio poco enriquecido que pueda satisfacer las necesidades energéticas de cualquier país que lo requiera.
El objetivo de una reserva de este tipo es evitar que más países -como actualmente Irán- quieran hacerse con el ciclo completo de combustible nuclear, incluido el enriquecimiento de uranio, un material de posibles aplicaciones militares.
Pero precisamente por eso, varios países emergentes, como Argentina, Brasil y Sudáfrica, votaron hoy en contra de la iniciativa, ya que temen que con ella se limiten sus derechos a acceder a todos los aspectos de la energía nuclear.
23 países votaron a favor de la resolución que otorga al director general del OIEA el poder de firmar con Rusia los primeros acuerdos pertinentes, mientras que ocho votaron en contra y tres se abstuvieron.
Entre los países que rechazaron la propuesta destacan también Cuba y Venezuela, además de Malasia, Pakistán y Egipto.
El proyecto ruso, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y los países de la Unión Europea, prevé el establecimiento de una reserva de 120 toneladas de uranio poco enriquecido que estaría bajo estricta supervisión del OIEA.
Según la resolución aprobada hoy, el banco de uranio es un instrumento sólo para el caso de que en el mercado libre no se pueda comprar combustibles nuclear.
Cualquier país del mundo podría acceder al banco siempre que el combustible sea usado para fines pacíficos y si el Estado cuenta con un historial impoluto de no proliferación nuclear